La Judicatura turca ha decretado el ingreso en prisión preventiva de 54 personas en el marco de una investigación que busca depurar responsabilidades por el derrumbe de edificios de los terremotos que asolaron Turquía el pasado 6 de febrero, informó ayer la prensa turca.
El ministro de Justicia turco, Bekir Bozdag, señaló que se está investigando a un total de 245 sospechosos, de los que 54 han ingresado en prisión preventiva, 47 están en libertad bajo control judicial y 27 están provisionalmente detenidos. Bozdag prometió que la Justicia actuaría de forma exhaustiva contra quienes pudieran tener responsabilidades en los derrumbes.
El ministro de Urbanismo, Murat Kurum anunció ayer que tras investigarse 684.000 edificios en las zonas afectadas, 84.000 resultaron o bien derrumbados o gravemente dañados y que deben ser urgentemente demolidos. De una lista publicada por el diario digital Diken se desprende que la mayoría de los detenidos son empresarios de la construcción y contratistas, pero también hay arquitectos, ingenieros, delegados técnicos y capataces de las obras afectadas. Entre los detenidos también hay dueños y gestores de los edificios derrumbados, a los que se investiga por haber supuestamente permitido modificaciones posteriores de la estructura.
En el terremoto de Van de 2011 y en el de Esmirna de 2020 se atribuyeron varios derrumbes a que los dueños de tiendas o supermercados situados en los bajos de un edificio residencial habían eliminado muros de carga para ampliar el espacio disponible.
También ahora, numerosos usuarios de redes sociales denuncian que muchos de los edificios que se vinieron abajo en el terremoto albergaban supermercados o bancos en la planta baja donde, supuestamente, se habían demolido muros de carga.
Pero la oposición señaló que el propio Gobierno ha contribuid o a este fenómeno al lanzar en 2018 una gran campaña para legalizar edificios construidos de forma ilegal o que carecían de algunos permisos, bajo el lema de “paz de construcción”. Un folleto oficial del Ministerio de Urbanismo explica que con esta medida se pretendía poner fin a los problemas de los residentes en edificios que a menudo llevaban años habitados pero, al no ser legales, no podían recibir acceso a agua o luz ni hipotecarse.
En marzo
Por otro lado, el Gobierno turco anunció que a partir de marzo se iniciará la reconstrucción en las zonas destrozadas. Los terremotos dejaron más de 84.000 edificios derrumbados que son lo que se se levantarán de nuevo. El ministro de Urbanismo, Murat Kurum, explicó que la reconstrucción se hará por licitación simultánea en las once provincias, después de realizarse estudios geofísicos para determinar el emplazamiento más seguro para los nuevos edificios, dijo Kurum.
Dejó entrever así que algunas de las ciudades o pueblos gravemente afectados por estar situados muy cerca o encima de la falla geológica de Anatolia oriental podrían reubicarse en zonas más seguras, una opción evocada también por otros responsables gubernamentales en los días pasados.
Kurum incidió en que no se entre en los edificios gravemente dañados para recuperar enseres o pertenencias personales, mientras las autoridades locales no hayan certificado que pueda hacerse sin peligro.
Rescates milagrosos
Tres personas entre escombros
260 horas. Tres supervivientes fueron rescatados tras pasar más de 260 horas bajo los escombros. Los tres rescates tuvieron lugar en la ciudad de Antioquía. Mehmet Ali Sakiroglu, de 26 años, y Mustafa Avci, de 34, fueron sacados vivos de un edificio derrumbado en un distrito del noroeste de Antioquía, mientras que casi al mismo tiempo, en un barrio vecino, los equipos de salvamento liberaron a Osman Halebíye, un niño de doce años de familia siria. El servicio de emergencias turco Afad actualizó ayer la cifra de muertos, constatando ya 38.044 víctimas, pero se trata de un balance provisional, ya que diversas estimaciones prevén que el saldo final está cerca o por encima de los 100.000.