Una serie de bombardeos perpetrados la noche del sábado por la aviación turca contra diversos puntos del norte de Siria causaron la muerte de 29 personas, once de ellos civiles, informaron este domingo las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos.
Según el recuento ofrecido por el portavoz kurdosirio Farhad Shami en su cuenta de Twitter, once de las víctimas mortales son civiles y otras 15 pertenecen a las filas de las fuerzas gubernamentales sirias, mientras que las FSD sufrieron una baja y dos guardias de seguridad perecieron mientras custodiaban unos silos.
Poco antes de la pasada medianoche, Turquía bombardeó varias áreas en las provincias sirias de Alepo, Al Raqa y Al Hasaka, atacando principalmente puntos controlados por los kurdosirios, que mantienen una autoproclamada administración autónoma en el noreste del país árabe.
Los ataques aéreos también alcanzaron algunas posiciones de las tropas de Damasco.
Las FSD precisaron en un comunicado que los once civiles fallecieron en un mismo incidente en la localidad de Derik, donde un grupo de vecinos y sanitarios se habían congregado para atender a la víctima de un primer bombardeo, cuando fueron sorprendidos por un nuevo lanzamiento.
Según la nota, los bombardeos continuaron de forma intermitente hasta ayer. “El Estado de Turquía se ha estado preparando desde hace mucho tiempo para lanzar ataques a gran escala contra varias regiones en el norte y este de Siria. Después de inventar la conspiración sobre la explosión en Estambul, la utilizó como pretexto para amenazar nuestras regiones”, denunció la alianza armada.
Los bombardeos se produjeron después de que Ankara señalase a una mujer siria como principal sospechosa del atentado que hace una semana causó seis muertos y 81 heridos en Estambul, y asegurase que ésta había sido entrenada por las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), uno de los principales componentes de las FSD.
Niegan relación con el atentado Ankara considera que las YPG y el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, son ramas regionales de la misma organización y, por tanto, consideran a ambas como organizaciones terroristas.
Las fuerzas kurdosirias negaron vinculación alguna con la explosión de Estambul y acusaron al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de buscar una excusa para atacar el norte de Siria con el objetivo de ganar apoyos de cara a las elecciones que se celebrarán en su país el año próximo.
Aunque esta no es la primera “operación área” lanzado por Turquía contra objetivos kurdos en Siria en los últimos meses, los bombardeos y el contexto en el que se enmarcan han elevado los miedos a una ofensiva transfronteriza a gran escala con la que el presidente Recep Tayyip Erdogan lleva amenazando desde antes del verano.
En corto
Bombardeos
Ankara. El Gobierno turco confirmó ayer que la campaña de bombardeos aéreos “se ha neutralizado a numerosos terroristas y se han destruido 89 objetivos, entre refugios, cuevas, túneles, depósitos de munición, bases y campos de entrenamiento, 81 de ellos en la primera fase y ocho ayer por la mañana”. “Ha arrancado con éxito la operación aérea Garra-Espada contra las bases que los terroristas utilizan para atacar el país en el norte de Irak y el norte de Siria”, señala el comunicado.