El claustro del Museo de Arte Sacro de Bilbao se adaptará durante estos días previos a las celebraciones mundanas para convertirse en un punto de venta de productos artesanos.
Con entrada libre, las personas que se acerquen hasta este espacio en Atxuri (plaza Encarnación) podrán hacerse con turrones y dulces elaborados por congregaciones religiosas de Bizkaia, pero también de Gares-Puente la Reina, Toledo, Sevilla o Cádiz, entre otros.
Y porque no solo de postres se vive en Navidad, las monjas de una docena larga de conventos (la mayoría de la península, pero también hay representación francesa con el de Chantelle) han traído una selección de licores bendecidos, jabones y otros productos de cosmética.
Todo artesano. Elaborado por ellas en el recogimiento de sus conventos. Y a un precio ajustado. Nada que ver, por ejemplo, con los 250 euros que cuesta el turrón más caro del mundo, elaborado con pan de oro, trufa blanca italiana, grano del café indonesio Kopi Luwak y azafrán manchego.
Más modestas, pero igual de intensas y sabrosas, las quince propuestas a la venta en este tradicional mercado se concentran en los clásicos, aunque también hay un hueco para descubrir nuevos sabores en la repostería navideña: de trufa negra al cointreau, de chocolate negro con naranja y almendra, de pan de Cádiz relleno de yema y cabello de ángel o el llamado 'turrón del músico' recubierto de frutos secos.
En esa carta de turrones no podía faltar el dulce navideño de Bilbao y de Bizkaia por antonomasia: el Zokonuzko; tres capas diferentes de praliné cubiertas de chocolate. También se podrá acceder a la tableta de hojaldrado y a la de guirlache con chocolate que amasan y hornean en el Convento de las Mercedarias de Loiu que, además, "admiten pedidos de tartas y roscones para estas navidades".
Las clarisas de Salvatierra aportan sus chocolates: trufas, naranjitos y rocas de Asís. También se podrán comprar polvorones y mantecados de Andalucía; el marrón glaçe, las yemitas y los higos con chocolate de Sevilla. Y mazapanes artesanos en todos los formatos: la clásica barra de Estepa o las figuritas de Toledo, las marquesas, mazapán de Cádiz con frutas escarchadas, rellenos de yema o de cabello de ángel, o en láminas con yema, chocolate, crema de mantequilla y café traídas desde Gares-Puente la Reina.
Desde Galicia, las Clarisas de Ribadeo (Lugo) muestran sus tartas de almendra en varios formatos incluida la clásica tarta de Santiago y las Clarisas de Ronda traerán un surtido de polvorones y mantecados malagueños.
En el mercado también hay una pequeña muestra de productos habituales en los conventos: pastas de té, nevaditos o bolas de coco, además de los choconueces y empanadillas de cabello de ángel.
"Además, habrá una selección de mermeladas gourmet de sabores atípicos para acompañar a platos salados típicos en estas fechas"; y también hay oportunidad de degustar licores como el Eucaliptine de Oseira o los licores de Cardeña.
Y desde el Convento Santo Domingo de Elorrio ofrecen su famoso y secreto ungüento para quemaduras con propiedades cicatrizantes. Los productos cosméticos artesanos llevan el sello del convento francés de Chantelle, y los jabones naturales proceden de Andalucía, donde han sido elaborados con aceite de oliva y aceites esenciales.