Donostia – El episodio suscitado por Laura Borràs en el homenaje a las víctimas del 17-A obligó a varios dirigentes de Junts, incluido su anterior secretario general, Jordi Sànchez, a desmarcarse del excesivo “protagonismo” adquirido por la suspendida presidenta del Parlament, que no tiene intención de abandonar la primera línea política, lo cual supone un quebradero de cabeza para el actual líder de la formación, Jordi Turull. La bicefalia surgida del reciente congreso ha empezado a dar problemas más pronto de lo previsto en tanto que las maneras, y el fondo, de los movimientos de la presidenta del partido, con mucho predicamento entre la afiliación, despiertan recelos, obstáculos e interrogantes. Quizás JxCat espere a si Borràs, que entró en la formación con el aura de independiente al no tener carnet, es considerada culpable en el juicio por su gestión al frente de la Institució de les Lletres Catalanes –cuando presuntamente favoreció a un amigo troceando contratos para no tener que pasar por un concurso público–, lo que podría inhabilitarle para ejercer cargos públicos, y con ello adoptar una decisión definitiva, pero la espera se puede hacer larga.
En este escenario, Pere Aragonès emplazó ayer a Junts a que nombre una nueva presidenta de la Cámara catalana que represente a la fuerza posconvergente para acabar con “una interinidad que no es buena”. y, en una entrevista a la agencia ACN, el president señaló que JxCat sabía antes de que se le abriera juicio a Borràs que ERC pediría suspenderla si no se apartaba ella por su propia cuenta. Esta pasada semana, el partido de Turull pidió a la Mesa que reconsidere el acuerdo sobre la suspensión y apuntan a que esta solicitud servirá para “agotar todos los recorridos administrativos” antes de abrir la vía judicial en Europa. Aragonès, que aplaude la “lealtad” con la que se comportan los consellers de JxCat en su Ejecutivo, asevera que Esquerra no tiene ningún interés en tener la presidencia de la Cámara mediante una sustitución “ante estas circunstancias no queridas” pero “al final hay un reglamento y debe aplicarse”. “Y si al final resulta no culpable, podría ser restituida”, precisa. Pese a las dos almas que reinan en el partido, en Junts son unos cuantos los que creen fuera de toda lógica renunciar a ocupar esta parcela de poder, de tal forma que podría darse un trueque de posiciones para que sea Aurora Madaula, vicepresidenta segunda, u otro miembro de la formación quien juegue este papel.
Aniversario del 1-O
No es la única batalla en la que está inmersa JxCat. Al margen de la elección para la candidatura a la Alcaldía de Barcelona, con Xavier Trias como favorito en las quinielas tras la decisión de Elsa Artadi de dejar la política de forma repentina –se maneja también la alternativa del conseller de Salut, Josep Maria Argimon–, se trabaja en una estrategia para captar perfiles más pragmáticos –amén de los acuerdos con los regidores y candidatos del PDeCAT– de cara a unas elecciones cruciales para los cimientos y estructuras de la fuerza posconvergente, donde ERC parte con ventaja en el polo soberanista. Ello discurrirá en paralelo con el ejercicio de socio de gobierno en la Generalitat, y sus difíciles equilibrios, pero no está el equipo de Turull por la labor de descolgarse pese a que toca encarar semanas de efervescencia por el quinto aniversario del 1-O. El Consell per la República de Puigdemont prepara una manifestación y, con una gran carga simbólica, llama a ocupar los colegios la víspera de la jornada en que se celebró aquel referéndum. l
Jaume Giró
l ¿Candidato a la Generalitat? Junts necesita también dar con un buen candidato de cara a las elecciones a la Generalitat. Si bien parece pronto para tomar la decisión, en las quinielas irrumpe el conseller de Economía, Jaume Giró, probablemente la voz más pragmática. También la consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina. Además, habrá que buscar candidatura para las generales tras la etapa de Míriam Nogueras.