Llegaron a Lima el martes 13 de diciembre, con el objetivo de realizar un estudio de impacto en derechos humanos en una zona cercana a Lima como socios de la consultora Akuaipa. “Hubo un derrame petrolero muy importante a comienzos de año, y nos hemos encargado de la gestión social de las compensaciones. En una de las primeras veces que pasa eso en América”, cuenta el consultor Mikel Berraondo (Pamplona, 1973). Tenían por delante seis días de trabajo con personal autóctono, además de reuniones con la Agencia Española de Cooperación, Alto Comisionado de Derechos Humanos, o la OCDE, que se vieron en parte afectadas. “Estuvimos siempre con la incertidumbre de que en cualquier momento podía complicarse la situación en Lima más de lo que ya estaba”, agrega.
“Cuando llegamos todavía no estaba implantado el estado militar”, señala la consultora Adriana Ciriza (Pamplona, 1980), experta como Berraondo en derechos humanos. Critica la militarización implantada por “contraproducente, porque las protestas han sido más fuertes y porque ha habido un uso de la fuerza bastante importante”. En ese clima han pasado unos días “muy expectantes, se percibía un ambiente muy tenso, y en el a nuestro regreso había grandes protestas”. Durante su estancia en Perú se han movido “con bastante prudencia y con la sensación de que si se complicaba un poco más la cosa, igual nos tocaba pasar la Navidad allá”, señala Berraondo.
El intento de autogolpe
Dos cuestiones llaman sobre todo la atención desde la distancia. La primera, por qué el ya expresidente Pedro Castillo cometió una maniobra con tal torpeza y debilidad que le ha costado la prisión. A juicio de Adriana Ciriza, “existen varios factores. La historia comienza desde que llega a la presidencia. Ese último acto fue el de una persona cansada y bastante desesperada a la hora de ejercer su mandato. No se lo han puesto fácil, se iba a tener que enfrentar a una tercera moción de censura, y a lo mejor tampoco la asesoría que ha tenido ha sido la mejor”.
“ El último acto de Castillo fue el de una persona cansada y bastante desesperada ”
Adriana Ciriza - Experta en Derechos Humanos
“Hay que entender el contexto político peruano y quién es y cómo surge Castillo”, indica Berraondo. “Es un maestro de escuela candidato por carambola en un partido político teóricamente de extrema izquierda, organizado por un señor vetado para ser candidato por temas de corrupción, Vladimir Cerrón”. En cambio, “Castillo nunca había estado en la política nacional y tenía muchas carencias en el manejo político de un país muy particular”. Además, prosigue, “Perú tiene una crisis de gobernabilidad desde hace más de 20 años. La debilidad de los partidos políticos y la falta de relación de los congresistas con la realidad del país, que no es la de Lima, acentúan una situación en la que Castillo se vio desesperado. Le habían vetado en el Congreso viajes internacionales, de representación del país. Estaba siendo sometido a ese nivel de control y de bloqueo. En año y medio ha tenido tres mociones de censura, más de 80 ministros, con unos problemas de corrupción también habituales”. Berraondo recuerda que “los últimos 6 presidentes de Perú están enjuiciados por casos de corrupción, algunos han pasado por la cárcel, otros están en libertad condicional o en espera de juicio, y otro (Alan García) se suicidó cuando ya sabía que iba a la cárcel”.
“ Castillo nunca había estado en la política nacional y tenía muchas carencias políticas ”
Mikel Berraondo - Experto en Derechos Humanos
Este especialista en derechos humanos califica de “un poco surrealista el intento de autogolpe”, pero que “no se ha atendido” a ese contexto histórico del país en la cobertura que los medios españoles han hecho en estos días. Cree que se “ha acentuado demasiado una situación un poco kafkiana del autogolpe en el que su propio equipo de seguridad, en vez de llevarle a la Embajada de México, lo entrega a la policía, pero no se está haciendo una reflexión un poco más profunda del problema de gobernabilidad que tiene Perú desde Fujimori”.
“Ni la oposición ni los demás realmente han ido en la dirección de fortalecer la gobernabilidad del país”, añade Ciriza, que subraya la realidad de un país de “zonas rurales, de selva y de sierra, muy empobrecidas, y la capital. Parece que muchas veces se vive de espaldas a la realidad del país, y eso, claro, genera conflictos”. A su juicio, “Castillo era la esperanza de por fin, mirarse frente a frente”.
La represión
El otro asunto que se subraya en esta crisis es el grado de la represión tras la detención de Pedro Castillo. “Son ya 27 muertos, pero si vemos la historia reciente de Perú, desgraciadamente la represión violenta de la policía y el ejército no es nueva”, lamenta Berraondo. Pasó en 2009, donde hubo una masacre de indígenas en la famosa curva del diablo por un decreto petrolero de Alan García. Pasó en 2012 con el conflicto de Conga, ha estado pasando estos últimos años con el conflicto de Las Bambas en todo el corredor minero. Así que ya se sabe que cuando sale la policía o el ejército a la calle, pasa lo que pasa, y no solo en Perú”. Para Berraondo, “la pregunta es por qué de repente la vicepresidenta que ha asumido el poder decreta el estado de emergencia, saca a la policía y al ejército y ordenan reprimir de esa manera las protestas”.
“ Hay un acuerdo general en la ciudadanía de que no se puede matar para reprimir protestas ”
Adriana Ciriza - Experta en Derechos Humanos
Una forma de actuar que ha tenido un rechazo generalizado, según añade Adriana Ciriza. “La mayoría de la ciudadanía considera completamente desproporcionadas estas muertes, rechaza lo ocurrido y no quiere un control de país que sea un descontrol militar. Hay un acuerdo general, de que esto no se puede hacer, que no se puede estar matando estudiantes para reprimir una serie de protestas que además en el ejercicio de la democracia son legales. Tienen derecho a salir a la calle a protestar”.
El adelanto electoral
Mikel Berraondo pone de relieve que hayan nombrado primer ministro a Alberto Otárola, que hasta ahora ocupaba la cartera de Defensa, “denunciado en el Congreso, precisamente porque es el que ha puesto al ejército y la policía en la calle, y teóricamente es de alguna manera el responsable de los muertos”.
“ Perú tiene una crisis de gobernabilidad desde hace más de 20 años, con gobiernos muy débiles ”
Mikel Berraondo - Experto en Derechos Humanos
Preguntado por el adelanto electoral fijado para 2024 cuando las elecciones estaban previstas para 2026, cree que “este Gobierno de Transición establecido ya se ha desgastado considerablemente, “demostrando que no tiene capacidad de manejo de una crisis de gobernabilidad tan grande”. A su juicio, “la excusa es que tienen que hacer una reforma del Congreso, para poder llegar a unas elecciones con garantías y que no vuelva a pasar lo que está pasando en los últimos veinte años, con gobiernos muy débiles y congresos que paralizan la actividad legislativa”. Para él, el problema es que esa reforma constitucional afecta a quienes tienen que hacerla “y que por supuesto no la quieren hacer”. Según Berraondo, “son un poder fáctico que trasciende a los partidos políticos, porque en Perú estos no tienen la fuerza que pueden tener en Europa o en otros países de América”. Así que, resume, “van a estar casi dos años gobernando, teóricamente para hacer una reforma que muy poca gente cree que vayan a ser capaces de hacer”. Eso “a nadie le deja tranquilo ni contento”, a pesar de que Perú “es una de las economías más estables ahora mismo de la región”.
Tanto Berraondo como Ciriza reclaman a los medios de nuestro entorno “mucha más profundidad” y no ser “tan alarmistas” en la información. Berraondo es conscientes de que Perú “tiene problemas estructurales; desde cómo es la relación entre las distintas culturas a cómo se conforma el estado multicultural que debería crearse, o cómo se aplican los tratados internacionales de derechos humanos”, pero cree que “podríamos estar diciendo lo mismo de España con lo que ha pasado estos días en el Tribunal Constitucional”. “Si saliese en Perú un titular diciendo que España es ingobernable y un desastre, estaríamos ofendidísimos, y la imagen que hemos dado es vergonzosa”.