Maite Anton Mugertza es la diseñadora textil y artesana ondarrutarra que se encuentra tras la firma Txatxala y que tiene tienda física en Errenteria, concretamente en Agustinen etorbidea, número 4. Su pasión por lo que hace nace del valor que siempre le ha dado a la artesanía y al trabajo manual laborioso y preciso. “Me gusta el espectáculo de las manos afanadas. En casa de mi abuela siempre tenía algún trabajo entre manos: tejía, cosía, hacía ganchillo...”, destaca Anton.
“ En casa de mi abuela siempre tenía algún trabajo entre manos: tejía, cosía, hacía ganchillo... ”
De hecho, cuando “la ama” la llevaba a ferias de artesanía, Anton se imaginaba verse allí, al otro lado de la mesa y con sus propias creaciones. “Un día me quedé sin trabajo y a las ganas de crear se le sumó la necesidad”, puntualiza. Asimismo, se apuntó a un curso, practicó en casa y, finalmente, decidió crear su propio perfil de Instagram (@txatxala).
Txatxala Eskuz Egina
Respecto al tiempo que invirtió en aprender a llevar a cabo sus creaciones, Anton destaca que aún sigue aprendiendo. Por otro lado y, si nos centramos en los minutos que invierte en cada una de dichas creaciones, la artesana explica que depende del accesorio. Por lo general, primero combina las telas, luego corta y después se lanza a coser. “Así resulta más rápido. Otras veces tengo que responder a pedidos específicos y el trabajo se ralentiza. Es difícil calcular el tiempo, más aún teniendo en cuenta el trabajo previo de elección de telas y las idas y venidas a la tienda... ¡Hay muchas variables”, matiza la artesana.
Itziar Ituño, consumidora de Txatxala
Como anécdota, Maite Anton nos cuenta que hace unos tres años la actriz Itziar Ituño subió a su perfil de Instagram unas fotos con un bolso de Txatxala y en una hora le empezaron a seguir más de 300 cuentas. “¡La mayoría de Brasil!”, ríe. “Todavía recuerdo el agobio y la gracia que me hizo la situación”, exclama la creadora vasca.
Materiales de tiendas cercanas
De entre las creaciones más peculiares que ha realizado Maite Anton, destaca un oso de peluche que cosió por primera vez hace unas semanas y que le produjo “ganas de hacer más muñecos”. Por otro lado, de lo que más orgullosa se siente es de haber decidido dar el paso y haber sido capaz de conseguir lo que más quería: “Trabajar en algo que me gusta y disfrutar haciéndolo”. Respecto a los materiales que utiliza para sus creaciones, intenta comprarlos todos en tiendas cercanas.
Si Anton tuviera que darle un consejo a alguien que quisiera empezar a hacer este tipo de creaciones, le diría que “tenga mucha paciencia y no se compare”, aparte de recordarle que “será muy duro”, pero que, aun así, “intente disfrutar”.
Las redes sociales son un trabajo constante
Maite Anton considera que las redes sociales le han ayudado a la hora de dar a conocer su trabajo, ya que en ellas muestra su catálogo compuesto por diferentes accesorios en los que encontramos bolsas, mochilas, coleteros, turbantes y carteras. De hecho, cree que “si se usan bien, son una buena herramienta”. De todas formas, le gustaría tener una relación más cercana y directa con las clientas, pero las redes sociales le permiten llegar a un número muy considerable de personas. Tal y como la artesana relata, “es lo que ahora más usamos y lo llevamos bien”. Asimismo, opina que su día a día sin ellas sería mucho más difícil, pues tendría que moverse más y desplazarse a más ferias. Ahora mismo, su cuenta de Instagram (@txatxala) cuenta con algo más de 500 seguidoras, lo que no considera que sean muchas pero tampoco pocas. Desde que es madre, Anton cuenta que no sube mucho contenido por falta de tiempo, por cansancio... Piensa que es difícil aumentar seguidoras si no se es constante y esa es la parte “negativa” de las redes sociales para ella, la dependencia que puede generar la necesidad de tener más seguidores. “Creo que esa es la clave, subir fotos y vídeos de calidad, ser constante, hablar de ti... ¡Es una tarea constante!”, reitera la diseñadora textil.