"Es el último día que estamos aquí". Así ha anunciado Alex Txikon, desde el Campo Base, la cancelación de la expedición al Manaslu (8.163 metros), que presentaba el reto de ser la primera ascensión completamente invernal al octavo ochomil más elevado del planeta. "Bajamos para abajo porque esto es inviable", ha resumido el alpinista de Lemoa, que ha estado acompañado por el zumarragarra Iñaki Álvarez y el italiano Simone Moro y el polaco Oswald Pereira.
Según ha atestiguado el vizcaino, "el equipo está reventado". Txikon ha lamentado que "ha sido un invierno muy muy malo" en la cordillera del Himalaya, "porque había dos días de nieve y dos de sol, dos de nieve y dos de sol", lo que ha impedido al equipo progresar en su escalada. De hecho, puntualmente se alcanzó un punto intermedio entre el Campo 1 y el Campo 2 (a alrededor de 6.000 metros), pero las constantes nevadas, según han ido relatando, obligaban a dar marcha atrás para reiniciar las labores de reacondicionamiento de los campamentos y de la ruta. "Nos ha gastado la energía", ha apostillado el lemoarra, que renuncia por segunda vez seguida a hollar el Manaslu tras la expedición fallida del año pasado.
"Hay gente que igual tiene más positivismo y otros igual menos, pero lo que está claro es que a partir del día 16 viene nieve, y después vienen fuertes vientos, y está claro que no hay gran cosa que hacer aquí. Esto es lo que nos queda", ha añadido Txikon. "Unos empiezan a retirarse para abajo hoy mismo y algunos apuramos un poquito más, pero es lo que hay", ha concluido.
En la misma línea se ha mostrado Iñaki Álvarez, quien ha asegurado que lo "mejor" ha sido anular la ascensión "porque la prioridad es que todos bajen sanos. Dejamos la cumbre en el último lugar". "Podríamos continuar con nuestros esfuerzos y escalar al C2 o al C3, pero ese no es el objetivo. No queremos arriesgar nuestras vidas ni las de quienes trabajan y escalan con nosotros", ha manifestado Pereira.
El plazo para que la ascensión fuera considerada plenamente invernal expiraba el 21 de marzo, pero dado el poco avance llevado a cabo en las semanas previas resultaba hollar la cumbre es "inviable", tal y como ha considerado Txikon, que pone fin a una aventura que comenzó el 21 de diciembre, el día que se abrió la ventana invernal. A pesar de que en esta ocasión Txikon había puesto pie en las faldas de la montaña antes que en el intento anterior, la climatología ha frustrado los deseos del colectivo.