Ubarretxena evita arrogarse el mérito de la ‘operación Talgo’ en respuesta al PSE

La parte jeltzale del Gobierno vasco, al menos si sigue la tónica de Maria Ubarretxena, no va a entrar en una carrera muy poco decorosa ni a darse codazos para colgarse la medalla de la compra de Talgo. El consorcio vasco que ha cerrado con éxito la operación para la compra del fabricante de ferrocarriles con el objetivo de que se quede en Euskadi lo componen la empresa Sidenor, el Gobierno de Pradales, BBK y Vital, y la semana pasada, el Gobierno vasco se cuidó de encumbrar a José Antonio Jainaga como el gran artífice, el industrial dueño de la siderúrgica Sidenor que dio el paso al frente para hacerse cargo de Talgo. Quizás molesto por las comparecencias del consejero de Industria, las palabras del lehendakari Pradales, el aplauso del PNV y la visibilidad prácticamente inevitable de los jeltzales, el líder del PSE sacó pecho el domingo y se arrogó el mérito por parte de los socialistas. Pero Maria Ubarretxena, la portavoz del Gobierno vasco, no ha querido pronunciarse este lunes sobre las palabras de Eneko Andueza, y ha optado por quedarse con “la muy buena noticia” del acuerdo.

Entrar en esta polémica solo hubiera servido para abrir un frente con los socios del PNV en el Ejecutivo y las principales instituciones de la comunidad autónoma, los socialistas, y eso es algo que difícilmente puede hacer la portavoz de un Gobierno de coalición. Pero, más allá de ese dato, hubiera sido muy poco estético que la parte jeltzale del Ejecutivo se atribuyera de manera directa una operación de país sobre la que, no en vano, ha preferido encumbrar a Jainaga. No parece casualidad.

Andueza, por su parte, sí había asegurado el domingo que “el mérito de que Talgo se quede en Euskadi es de los socialistas”. En la clausura del décimo congreso del PSE, Andueza volvió a marcar perfil ante el PNV con la aspiración de liderar en el futuro el Ejecutivo vasco y, en ese contexto, aseguró que los socialistas han trabajado “en todos los gobiernos”, en el vasco y en el español, para que el fabricante de ferrocarriles se quede en Euskadi y que Sidenor pudiera cerrar con éxito su compra. Pidió que nadie se arrogue este mérito (el PNV) porque, a su juicio, es de los socialistas.

"Más puestos de trabajo"

A Ubarretxena le preguntaron este lunes por estas palabras en Bilbao, en la presentación del informe de valoración de los servicios de atención ciudadana. La jeltzale se limitó a mostrar su gratitud por la “muy buena noticia” de la compra por parte del consorcio que integran Sidenor, el Gobierno vasco, BBK y Vital. Ella prefirió quedarse con “la muy buena noticia de que Talgo se queda en Euskadi y que la sede social se queda en Euskadi”, y espera que esto traiga “más puestos de trabajo” y sea “un revulsivo para la economía de Euskadi”. Nada dijo sobre el papel del PNV, Industria o las reuniones que ha mantenido en primera persona el lehendakari Pradales. Se ahorró echar más leña al fuego, en un gesto que podría haber sido poco elegante con el resto de participantes de la operación.

El efecto colateral de esta respuesta es que Ubarretxena evita una pelea entre los dos socios del Gobierno vasco tras unas jornadas marcadas por otros desmarques de Andueza. El líder del PSE dejó caer que la productividad de los departamentos del PNV no era la que debía ser, y de ahora en adelante no parece que vaya a rebajar un tono que, además, ha mantenido desde que accedió al liderazgo del PSE en 2021. Por mucho que el congreso socialista haya pasado ya, la estrategia parece de largo recorrido.

Los jeltzales son conscientes de que Andueza decidió quedarse fuera del Gobierno para poder mantener este perfil y tener un mayor margen de maniobra en sus declaraciones, aunque esta situación no es siempre fácil de gestionar ante los medios de comunicación. Se insiste en que la convivencia dentro del Ejecutivo vasco es buena y que el programa de gobierno es su guía.