Kiev – Putin insistió este viernes en que ordenó el inicio de la operación militar para evitar "un genocidio" en el país vecino, en referencia a la situación en las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk. A la vez, el distanciamiento entre Rusia y Occidente se hizo notable en las encuestas incluso antes del 24 de febrero. Como contrapartida, su imagen se reafirma entre su ciudadanía. Así lo destacó el centro de encuestas independiente Levada, que publicó los resultados de un sondeo realizado antes del inicio de la intervención militar rusa y que pone de relieve un drástico deterioro de la opinión pública respecto a las políticas de EEUU y países europeos. Y en paralelo, los rusos siguen sometiendo a los ucranianos a un férreo ataque.
Ayer fue la ciudad de Mariúpol la que sufrió. Olexij Arestowytsch, asesor del presidente Volodímir Zelenski, señaló que "actualmente no hay una solución militar para Mariúpol. No es solo mi opinión, es también la opinión de los militares". Una siderúrgica –de las más importante de Europa– resultó dañada y Ucrania perdió el control del mar de Azov. Aún así, el ejecutivo encabezado por Volódimir Zelenski sigue manteniendo que la posibilidad de negociar está abierta.
De hecho, el parte de guerra de ayer no puede ser más desalentador para los ucranianos. El principal objetivo ruso sigue siendo rodear la capital, Kiev. Pero tampoco cejan en el empeño de invadir nuevos territorios o castigar a la población. Ayer fue el caso de los nuevos misiles hipersónicos, utilizados por primera vez. Su objetivo fue un almacén de armas subterráneo en una ubicación estratégica, a unos 100 kilómetros de territorio de la OTAN, en las cercanías de la frontera con Rumanía. En cuanto a las negociaciones, cada vez parece más alejado que las conversaciones mantenidas hasta la fecha vayan a dar resultado alguno. Las expectativas ucranianas de dar respuesta al ataque ruso se desvanecen mientras que millones de sus ciudadanos deben buscar refugio en países europeos.
Ante unas sanciones sin precedentes que impuso Occidente a Rusia por Ucrania, Moscú hizo un giro al este a la espera de mitigar las consecuencias de las restricciones a base de un fortalecimiento de lazos con China. Ayer mismo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a Washington de instruir a sus embajadores en cada país para que presionen a favor del cese de la cooperación con Rusia. "Y vale cuando se está llevando ese tipo de trabajo en países pequeños, pero cuando se dirigen con esos ultimátums y demandas a China, la India, Egipto, Turquía, probablemente, es una pérdida del sentido de lo real por parte de nuestros colegas estadounidenses", dijo. Lavrov aseguró que en estas condiciones Rusia y China continuarán reforzando su cooperación "de dos grandes potencias". "En unas condiciones cuando Occidente atenta burdamente contra los cimientos del sistema internacional, como dos grandes potencias, tenemos que pensar en nuestros siguientes pasos", manifestó. "Creo, desde luego, que la cooperación (ruso-china) se irá afianzando", ta y como agregó.
Las Negociaciones Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, insistió ayer en la necesidad de tener conversaciones "significativas" de paz y de seguridad con Moscú, y de lo contrario, Rusia "tardará varias generaciones" en recuperarse de las pérdidas, tal y como advirtió. "Unas negociaciones significativas de paz y seguridad para nosotros, Ucrania, son la única posibilidad para Rusia de reducir el daño que ha provocado con sus propios errores", dijo Zelenski en un mensaje de vídeo. Según asegura Rusia, Moscú y Kiev han acercado "al máximo posible" su postura sobre el estatus neutral de Ucrania con respecto a la OTAN, mientras que están a "mitad de camino" en las conversaciones sobre la desmilitarización de ese país, que constituyen dos de las demandas clave de Rusia.
Kiev por su parte advierte, no obstante, que las partes pueden tardar aún varias semanas en llegar a un acuerdo, pese a "ciertos indicios" de avances que se vislumbran en la negociación, dijo ayer el asesor presidencial ucraniano, Myjailo Podolyak. Hasta ahora, las dos partes se han reunido de forma presencial en tres ocasiones el 28 de febrero, el 3 de marzo y el 7 de marzo.
A partir de entonces, las negociaciones continuaron en formato de videoconferencias. Las autoridades ucranianas admitieron este sábado que no tienen posibilidades de reforzar la defensa de la ciudad de Mariúpol, fuertemente atacada por los rusos. Olexij Arestowytsch, asesor del presidente Zelensky, dijo que las fuerzas más cercanas están a más de 100 kilómetros de distancia o ya involucradas en luchas con el enemigo. "Actualmente no hay una solución militar para Mariúpol. No es solo mi opinión, es también la opinión de los militares", evidenció.
Devenir de la guerra
Defensa en Mariúpol. Las autoridades ucranianas admitieron ayer que no tienen posibilidades de reforzar la defensa de la ciudad de Mariúpol, fuertemente atacada por los rusos. Olexij Arestowytsch, asesor del presidente Volodímir Zelenski, dijo que las fuerzas más cercanas están a más de 100 kilómetros de distancia o ya involucradas en luchas con el enemigo. "Actualmente no hay una solución militar para Mariúpol", dijo. Ayer mismo se sucedieron los ataques en la ciudad y una importante siderúrgica fue casi totalmente destruida. "La ciudad está destruida", ahondaron.