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Ucrania empuja en el frente y pide más armas para aprovechar la crisis en Rusia

Moscú levanta el régimen de operación antiterrorista mientras reaparece el muy cuestionado ministro de Defensa
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, en el centro, reapareció ayer para visitar las tropas desplegadas en el frente de Ucrania. | FOTO: EFE

Las Fuerzas Armadas de Ucrania anunciaron ayer nuevos avances en el este y el sur del país, al tiempo que los dirigentes ucranianos pidieron a sus socios que aceleren el envío de armas para aprovechar las tensiones provocadas por la rebelión del grupo Wagner en las estructuras de poder rusas.

Aunque el motín de Wagner no parece haber cambiado la dinámica en los teatros de operaciones, la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, informó ayer de nuevos avances “de entre uno y dos kilómetros” en los alrededor de la ciudad de Bajmut, en la provincia de Donetsk.

También en Donetsk, pero tocando ya a la región vecina de Zaporiyia, las tropas ucranianas recuperaron la localidad de Rivnopil, según la viceministra. Este pueblo está situado entre Makarivka y Novodarivka, dos de las localidades reconquistadas por Ucrania durante su avance hacia el sur en esta contraofensiva. El Ministerio de Defensa ruso aseguró poco después del anuncio de Maliar haber repelido cuatro ataques de Ucrania en la zona de Rivnopil.

En una intervención a distancia ante el Consejo de Exteriores de la Unión Europea (UE), el jefe de la diplomacia ucraniana Dmitró Kuleba dijo en referencia al motín ya sofocado de los Wagner en Rusia que “Rusia es más débil cada día”, y pidió a los países comunitarios que redoblen el envío de armamento a Ucrania para aprovecharlo.

En la misma línea se pronunció el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliak, que advirtió de los riesgos que supone la situación de inestabilidad en Rusia y pidió a los países occidentales “que suministren a Ucrania todo lo que necesite para darle el golpe final al Estado de Putin”. Mientras tanto en Rusia, las autoridades levantaron el régimen de operación antiterrorista declarado el fin de semana en Moscú y Vorónezh para hacer frente a la rebelión de Wagner, sofocada el sábado tras aceptar el líder de los mercenarios, Yevgueni Prigozhin, un acuerdo que le garantiza protección en el exilio de Bielorrusia.

Reaparece Shoigú

Uno de los protagonistas de los hechos que llevaron al alzamiento, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, reapareció por primera vez tras el motín inspeccionando un puesto de mando avanzado de las unidades rusas que combaten en Ucrania, según el Gobierno ruso.

Todo ello en el momento en que el futuro del ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, es más incierto que nunca tras el motín del líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, una crisis que aún no se ha cerrado, pues el caso penal contra el empresario sigue abierto y su paradero aún se desconoce.

En un vídeo publicado ayer por el Ministerio de Defensa, Shoigú, que dirige el departamento castrense ruso desde hace más de una década, apareció inspeccionando algunas de las unidades rusas que combaten en Ucrania.

El ministro no había aparecido en público desde el viernes pasado en una reunión del Consejo de Seguridad presidido por el presidente ruso, Vladímir Putin, y se mantuvo en silencio durante todo el fin de semana que duró la rebelión de los mercenarios de Wagner.

No obstante, el vídeo carece de referencias temporales, por lo que se desconoce si fue grabado después de la sublevación armada de los wagneritas que puso en vilo a toda Rusia.

Con todo, varios expertos subrayan que independientemente de la fecha exacta de la visita al frente, la publicación en sí del vídeo pretende mostrar que el ministro, cuya destitución exigió Prigozhin en su motín, sigue por el momento en su cargo.

Prigozhin se declaró en rebeldía para poner solución a la supuesta falta de liderazgo de Shoigú y del jefe del Estado Mayor, Valeri Gerásimov, a los que responsabiliza de la muerte de unos “100.000 soldados rusos”.

También ayer, el ministro de Exteriores de la Federación Rusa, Serguéi Lavrov, dijo que las autoridades rusas investigan la posible implicación de servicios de inteligencia occidentales en el alzamiento de los Wagner. “Vi cómo informaban de los sucesos en Rusia. En particular la CNN, si mal no recuerdo, informó de que la inteligencia estadounidense sabía con varios días de antelación de los preparativos del motín, pero decidió no comentarlo a nadie, por lo visto con la esperanza de que la rebelión tuviera éxito”, declaró Lavrov.

La embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, afirmó que Washington “transmitió señales” a Moscú de que no tenía nada que ver con estos acontecimientos.

Alarma por Zaporiyia

En su discurso a la nación del domingo por la noche, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió a la comunidad internacional que preste más atención a las advertencias ucranianas de que Rusia habría minado la central nuclear de Zaporiyia y estaría preparando allí un “acto de terrorismo” nuclear.

Zelenski insistió en que ha compartido la información en posesión de Kiev que apuntaría a esta posibilidad y pidió “medidas específicas” para evitar una catástrofe, esta vez nuclear, como la de la presa de Nueva Kajovka, en el sur de Ucrania, cuyo desbordamiento tras ser destruida provocó un desastre natural y humanitario en la zona.

Ucrania asegura que Rusia voló la presa con explosivos de forma intencionada. El jefe del Estado ucraniano ha recordado repetidamente que su administración había advertido con anterioridad de que Rusia había minado la infraestructura y preparaba su voladura.

28/06/2023