Bizkaia

Ugao cocina 25 kilos de alubias para una comida con casi 500 años de historia

La Cofradía de la Virgen de Udiarraga recuperó la tradicional alubiada tras dos años en blanco
El grupo de cofrades que organiza la comida anual. | FOTOS: SUSANA MARTÍN

Como escenario los aledaños de la ermita y presidiendo el evento la caldera de hierro construida en 1848 por la Ferrería Santa Ana de Bolueta. Y, tal y como lo hacían los antepasados de la villa, 130 personas compartieron ayer mesa y mantel durante la comida de la Cofradía de Udiarraga que tiene lugar en Ugao-Miraballes el lunes posterior al 8 de septiembre, festividad de su patrona.

La primera referencia documentada de la cita data de 1566 aunque ha tenido varias fases diferentes a lo largo de los siglos “y estamos celebrando ya la décima comida de la tercera etapa histórica”, recordó con satisfacción el Mayordomo de la Hermandad, Ernesto Fernández. Eso sí, la destacada efeméride tenía que haber sido en 2020, “pero los dos años de suspensión a causa de la pandemia ha retrasado este décimo aniversario”, precisó. Y tras ese obligado parón, la realidad ha sido que “la gente tiene muchas ganas de volver a vivir esta cita y ha quedado patente durante el periodo de venta de los tiques, porque se han acabado antes de lo normal”. La principal novedad de esta edición ha sido que 25 kilos de alubias con todos sus sacramentos fueron preparados in situ a fuego lento desde las 11.00 en cinco llamativas putxeras. “En otras ocasiones, venían hechas a través de una empresa de catering. La cancelación dos años de la comida ha supuesto un punto de inflexión, un volver a empezar. Y decidimos que podía ser bonito que el pueblo pudiera ver cómo se elaboran y que el olor fuera impregnando, poco a poco, toda la villa”, explicó el Mayordomo.

Esa labor fue desempeñada, también, “por profesionales de una empresa”, pero al igual que en otras ocasiones, una docena de cofrades y colaboradores fueron los encargados de la organización de la comida “con el material que nos cede el Ayuntamiento, como la carpa, las mesas y las sillas” y de servir, a partir de las 15.00 horas, a los comensales. Todos ellos degustaron alubias con sacramentos, un guiso que se instauró en 1985 por cuestiones prácticas y económicas ya que antes se comía sopa, bacalao y pollo. Eso sí, el menú incluyó también “ensalada, quesada y buen vino servido en jarras de barro, agua o refresco, café y copa”, enumeró el Mayordomo. La comida está abierta a la participación no solo de ugaotarras sino también de foráneos y desde que arrancó esta tercera etapa del evento también pueden asistir mujeres. Desde entonces, no falta a la cita Teresa San Miguel, presidenta de la asociación de donantes de sangre Dosanmi, junto a compañeros de la entidad como su vicepresidente, José Ramón Alonso.

“Teníamos muchas ganas de volver a disfrutar de esta comida. Este año va a hacer mucho calor debajo de la carpa, pero seguro que lo vamos a pasar muy bien”. Y sobre la iniciativa de la Cofradía de elaborar las alubias con pucheras, Alonso tenía claro que “van a estar muy ricas, porque oler ya huelen muy bien”. La Cofradía ha querido aprovechar el tradicional agasajo gastronómico de este año para homenajear a Manu Solaguren, “un cofrade fallecido hace pocos meses, que siempre estuvo al pie del cañón”. Fue mencionado en el saludo inicial a todos los comensales y una fotografía suya aparece en el reverso de los tiques “en reconocimiento a su figura”, explicó Ernesto Fernández. Y las alubias no solo se degustaron ayer en la carpa junto a la ermita de Nuestra Señora de Udiarraga. La tradición está ya tan asentada y consolidada que hoy en día, más de 3.500 personas, es decir, prácticamente toda la villa, se reúne a comer este guiso en sus casas, en txokos, en establecimientos hosteleros o en plena calle. Y así volvió a suceder ayer.

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14/09/2022