La villa de Ugao-Miraballes se despertó ayer lunes con la triste noticia del fallecimiento de su vecino Manu Solaguren Ría, a los 79 años de edad. Ugaotarra de nacimiento, comenzó a trabajar con solo 14 años como aprendiz en el taller de Landaluze para pasar después por Aceros de Llodio y en 1970 entrar a formar parte de la plantilla de Villosa, en la actualidad Guardian, hasta su prejubilación en 2002.
Hombre amable, sencillo y discreto, nunca ocupó puestos de responsabilidad en ninguna entidad o asociación ugaotarra a pesar de pertenecer a la Cofradía Virgen de Udiarraga y a la Asociación de Donantes Dasanmi, pero "siempre estaba dispuesto a ayudar y a colaborar en todo lo que fuera necesario", apunta su amigo Iñaki García Uribe. Tanto es así, que el investigador y etnógrafo ugaotarra define a Manu Solaguren Ría como "uno de los grandes informantes de la villa y conocedor de todo el entramado social y familiar de la localidad"; y de esa faceta destaca "su afición y capacidad de poner nombre y dos apellidos a los vecinos que aparecen en fotografías antiguas" además de aportar datos de gran interés como "quién era el padre o la madre de cada una de esas personas, dónde vivían...".
La precisa información que aportaba Solaguren Ría hacía posible la publicación de esas imágenes, con la correspondiente identificación de sus protagonistas, en el interior o incluso en portada de la revista Ecos de Ugao y permitía poner adecuados pies de foto a las que hacían referencia a excursiones, conmemoración de quintos o diversas celebraciones festivas. "Se equivocaba muy pocas veces, o más bien, casi nunca", apunta García Uribe. Pendiente queda ahora su predisposición a colaborar en la revisión que ha comenzado a hacer el investigador y etnógrafo del extenso archivo fotográfico de diapositivas que aguarda, como un tesoro, de su aita Javi García. "Estoy empezando a escanear todo ese material. De momento solo llevo las correspondientes a los años 1958 y 1959 y con Manu Solaguren me iba a sentar con tranquilidad para que me contextualizara esas imágenes y me ofreciera datos", lamenta.
Histórico cofrade
Y como ugaotarra de pro, Manu Solaguren Ría era, además, miembro histórico de la Cofradía Virgen de Udiarraga. "Era el único que había estado en todas las comidas de hermandad de las tres etapas históricas de la entidad". Tras la suspensión de las dos últimas ediciones por la pandemia, a buen seguro que Manu anhelaba volver a sentarse a la mesa el próximo 12 de septiembre. No va a ser así, pero su recuerdo y su memoria estarán presentes. "Habrá minuto de silencio y homenaje", avanza García Uribe.