El Grupo Ulma ha justificado su planteamiento de un nuevo marco de relaciones con el Grupo Mondragon como vía para proteger su autonomía ante las “injerencias” que, según afirma, ha realizado la corporación cooperativa que representan una “amenaza a la fortaleza” del proyecto industrial defendido por las nueve líneas de negocio de Ulma. En una nota remitida a los medios, esta cooperativa con sede en Oñati ha anunciado que el próximo 16 de diciembre celebrará una asamblea en Donostia para someter a la aprobación de sus 2.789 socios y socias su nuevo modelo que sustituye la “imposición” de adherirse al Grupo Mondragon por la formalización de convenios de carácter anual.
En concreto, el orden del día contempla la votación para dar de baja a Ulma del Grupo Mondragon como primera cuestión, a la que se añade la de facultar al Consejo Rector de Grupo Ulma para que “trate de promover” convenios de colaboración con la alianza cooperativa con sede en Arrasate, además de diseñar un marco normativo que permita que las aportaciones que hasta ahora se han realizado en los fondos gestionados por la fundación Mondragon “se puedan seguir destinando al desarrollo del movimiento cooperativo”.
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Ulma recuerda que sus cooperativas han estado en el origen del Grupo Mondragon hace 60 años, aunque tan solo han pertenecido a la estructura de Mondragon Corporación Cooperativa en las últimas dos décadas, durante las que, según lamenta, se ha visto obligado a realizar “continuos cambios normativos” para adaptarse a las reglas de la alianza cooperativa. Como ejemplos, cita que tuvo que invertir un gran esfuerzo para “superar la división sectorial” que les exigía, y crear un nuevo instrumento, Ulma Inversiones, para “afrontar las inversiones necesarias para fortalecer nuestro desarrollo industrial”.
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APORTACIONES
Estos cambios, según dice, generaron serias tensiones internas “hasta alcanzar un grado insostenible” que les ha llevado a presentar un nuevo marco relacional basado en convenios. No obstante afirma que, de aprobarse, los 1,85 millones de euros que destinan al Grupo Mondragon serán gestionados por la fundación de Ulma lo que no significa, tal y como incide, que se retiren todas las aportaciones a proyectos de la corporación cooperativa “si se conviene que son los mejores en un contexto de respeto mutuo”. Así, asegura que las cooperativas del Grupo Ulma seguirán destinando fondos a Laboral Kutxa, Lagun Aro o Mondragon Unibertsitatea.