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Cultura

"Últimamente trabajamos bastante más en Madrid que en Euskadi"

Ambos actores reconocen que su pasión por la interpretación les viene de lejos, y aún les queda un largo futuro por delante
Lander Otaola e Ylenia Baglietto.
Lander Otaola e Ylenia Baglietto.

Sus nombres han saltado más allá de las fronteras vascas y se les conoce ya a nivel estatal e internacional. Con la interpretación en todas sus vertientes como su mejor arma, se enfrentan con el mismo cariño a una cámara que a un teatro lleno. Ahora, un nuevo reto se les ha presentado. Este fin de semana, los actores Lander Otaola e Ylenia Baglietto se ponen una nueva piel, la de Farolín y Zarambolas, los rostros de los carnavales de Bilbao. Ambos han querido hablar con On de cara a esta cita, para hacer un recorrido a su trayectoria dentro del mundo de la interpretación y asegurar que esta semana piensan “darlo todo”.

¿Qué les atrajo de la interpretación? ¿Qué despertó su pasión?

Ylenia: Yo, si te soy sincera, decidí ser actriz por Upa Dance, que de hecho ha vuelto (risas). Yo sabía que quería hacer algo que tuviera que ver con el arte, pero no sabía cómo enfocarlo, no sabía cómo empezar, no sabía dónde colocarme para poder conseguir ser artista... Entones, cuando descubro Upa Dance descubro que existen las escuelas de interpretación, danza y canto, y le digo a mis aitas “Esto es lo que quiero hacer. Quiero ir a una escuela donde me enseñen a hacer todo”. Entonces, a los quince, que fue cuando me tocó Upa Dance, fue cuando tomé la decisión, y ahí empezó un poquito mi camino hacia la interpretación.

Lander: A mí desde pequeño mis padres me han llevado mucho al teatro. Me llevaban a ver a El Brujo, a Dagoll Dagom, y sobre todo a Tricicle. Yo quería ser Tricicle. Cuando era pequeño decía “Lo que hacen lo quiero hacer yo”. Iba al Arriaga a verlos y me fascinaba lo que hacían. Y en televisión -yo siempre he sido muy cinéfilo y cinéfago desde pequeño-, veía Siete vidas y decía “Yo quiero hacer lo que hace Javier Cámara, o lo que hace Alex Angulo en El día de la bestia, lo que hace Animalario...”. No sé, yo soy muy fan del arte en general, y como era tan fan me hice actor casi por admiración a la gente a la que yo seguía, que eran ídolos para mí. Pero, sobre todo, si tengo que decir a alguien, gracias a Tricicle soy actor.

Ylenia: A mí me pasaba mucho que yo he sido gimnasta rítmica, he sido campeona de España de gimnasia rítmica, y durante toda mi infancia-juventud he estado dedicándome al arte, porque la gimnasia rítmica, además de ser un deporte, es artística. Entonces, creo que también, al venir de ahí, que llevo desde pequeña utilizando el cuerpo para comunicarme, había algo que no quería que dejara de ocurrir. Cuando me retiré a los 18 también lo tenía muy claro, pero creo que tiene que ver y me parece que no es tan diferente la interpretación de la gimnasia rítmica en este caso concreto. El deporte en general me parece que tiene mucho que ver con salir a un escenario y mostrar lo que has estado entrenando.

Lander: Sí, yo también vengo del fútbol, y es lo mismo. Gracias a la disciplina del fútbol yo he tenido disciplina en el teatro. Creo que al final el teatro es un deporte de equipo.

Ylenia: Y luego hay otra cosa que nos lleva, tanto a Lander como a mí, del deporte a la interpretación, que es el aplauso del público (risas). 

Es verdad que han demostrado ambos ser muy polifacéticos. ¿Qué es más difícil, subir a un escenario y tener cara a cara al público, o rodar una producción?

Ylenia: Es verdad que esto es algo que nunca puedes decidir. Creo que cada una de las interpretaciones tiene una técnica muy diferente, no tiene nada que ver subirte a un escenario -donde tienes que hacerlo todo muy grande, interpretar muy grande, para que te vea y se entere también el de la última fila-, que una cámara donde tienes que expresar todo, sobre todo con la mirada, los ojos, desde lo pequeñito, pero no puedes dejar de transmitir el mensaje, la intención y la emoción. Yo creo que es algo que no se puede elegir en nuestra profesión, y ambos hemos tenido la suerte de poder hacer todo. Creo que en cada momento tienes que interpretar de una manera diferente y que cada manera es especial.

Y única, ¿no?

Ylenia: Única, sí.

Lander: Además, lo que tiene el teatro es que no puedes fallar. En el teatro no hay fallo posible, y lo que decía Queen “Show must go on” (el espectáculo debe continuar). Si fallas, te confundes, o hay un fallo técnico, sigues porque luego es verdad que muchas veces el público no lo nota a no ser que sea algo estrepitoso. Lo que tiene el cine o la tele es que te puedes confundir, puede haber mil fallos, porque siempre se puede repetir. Y lo que tiene el teatro es esta adrenalina de que, pase lo que pase, tienes que seguir. 

Esos pequeños fallos, o cambios, también convierten cada representación en única, ¿no?

Lander: Claro. Nunca, aunque hagas 300 funciones de una misma obra, nunca va a ser igual, porque tú no estás igual. De la misma forma, si tú un personaje lo haces ahora y dentro de dos años, el personaje no va a estar igual porque tú no eres el mismo que hace dos años. Y los personajes evolucionan contigo, porque salen de ti. 

¿En qué proyectos se encuentran inmersos en estos momentos?

Ylenia: Yo ahora mismo estoy en el musical Mamma mia, en Gran Vía, en Madrid. Estoy alternando a las tres protagonistas -a Tanya, a Rosie y a Donna-. Me ha venido de repente, es uno de estos trabajos que de repente alguien te recomienda y apareces ahí, no sabes cómo. Y de la noche a la mañana, coges la maleta y te vas a Madrid. Está siendo un viaje precioso. Para mí está siendo una oportunidad maravillosa, estoy disfrutando muchísimo. Es verdad que llevo 14 años en esta profesión en la que me ha tocado cantar, bailar, hacer cine, tele...

Vamos, como en Upa Dance.

Ylenia: Como en Upa Dance (risas). Es verdad que este es uno de los sueños que yo tenía cuando empecé en esta profesión. 

Lander: Hace doce años invité a Ylenia por su cumpleaños a ver Chicago, el musical, en Madrid. Y me decía “¿Te imaginas que yo un día esté haciendo un musical en la Gran Vía de Madrid?”. 

Ambos: Y el sueño se ha cumplido. 

Ylenia: Sí, es de estas cosas que te llegan en la vida cuando menos te lo esperas. De repente dices, “bueno, a mis 36 años de repente estoy protagonizando un musical en Gran Vía”. Impresionante. La verdad es que estoy muy feliz. Tengo otros proyectos también en mente. Ahora en abril estrenaré un melodrama sobre Medea en la Juan March de Madrid, que lo protagoniza Carmen Conesa, y yo hago de uno de sus hijos. También iremos al festival de Mérida, así que parece que este año estoy sin parar.

A usted, Lander, también le hemos visto hace poco en la gran pantalla con La vida padre.

Lander: Sí. Estrenamos el año pasado La vida padre, que ha sido la novena película española más taquillera del año, o sea que ha ido genial. Encima, rodada y ambientada en Bilbao... He hecho además una serie este año que se estrena el año que viene en una plataforma, que se llama Hay algo en el bosque, que junta terror y comedia. Y luego en septiembre empiezo una obra de teatro también, con un equipo con el que me apetece mucho trabajar. Así que, con muchas cosas. Ahora estoy en Bilbao, feliz de estar en Bilbao, porque Madrid me encanta pero Bilbao es nuestra ciudad y queremos estar aquí.

O sea que ambas carreras siguen bastante ligadas a Euskadi. 

Lander: Sí, pero es verdad que últimamente, en los últimos años, trabajamos bastante más en Madrid que en Euskadi. Nos llaman más de Madrid, es curioso.

Ylenia: La verdad es que a lo tonto hemos pasado temporadas largas en Madrid. Estamos todo el día con la maleta.

Al final, sarna con gusto...

Ylenia: (Risas) Sí, el único lío es encontrar casa en Madrid, pero al final siempre sale algo.

Y, cuando pasan esas temporadas tan largas fuera, ¿qué es lo que más echan de menos de casa?

Lander: Hombre, a tus amigos y tu familia, esencialmente. 

Lander Otaola e Ylenia Baglietto.

Lander Otaola e Ylenia Baglietto. Oskar Martinez

¿Y la comida un poco?

Lander: La comida, claro, y la tortilla de patata. Pero sobre todo la familia y amigos.

Ahora se enfrentan a un nuevo reto, ser Farolín y Zarambolas en los carnavales de Bilbao. ¿Era algo esperado?

Ylenia: La verdad es que ha sido una sorpresa absoluta.

Lander: Gracias a las comparsas, al Ayuntamiento y a la Orden Botxera. Estamos agradecidísimos, porque es muy emocionante y es un honor. Estamos completamente felices, y además el hecho de que nos haya tocado hacerlo juntos es algo que no voy a olvidar en mi vida.

Ylenia: Para mí esto ha sido un regalazo. Yo conozco a Farolín y Zarambolas desde hace pocos años, porque es cuando aterricé en Bilbao. En el antzerki que se hace en carnavales yo estuve como bailarina con algunos compañeros y demás, y conocí realmente lo que era Farolín y Zarambolas. Era el año en el que Carmen Larrinaga y Jon Uriarte eran Farolín y Zarambolas, y en el juicio bailábamos nosotros. Ahí empecé a conocer a estos personajes. Es como los musicales, que dices “Ojalá un día me toque”, y lo que no me esperaba era que iba a ser este año y además con Lander. 

Lander: Es un honor precioso. Queremos estar en todos los actos. 

Supongo que desde dentro se vivirán diferente los carnavales.

Lander: Jo, no tiene nada que ver. 

Ylenia: También es una responsabilidad. Al final, de alguna manera tú eres la figura del Carnaval, y la gente espera que seas salsero, que des la cara, que representes a Bilbao... Yo además, creo que tengo un poco más de responsabilidad siendo de Eibar. A pesar de que Bilbao ya me ha adoptado, tengo que demostrar ser una bilbaina de pro, por supuesto (risas).

Compartir, además, estos logros en pareja, debe de ser todavía más especial.

Lander: Jo, es más bonito. Siempre que tienes una pareja quieres compartir todo con ella. Lo bonito de esto es que vamos a estar viviendo lo mismo, a la vez. Y lo que digo, es una cosa que pasa una vez en la vida, es una cosa única, y por eso lo vamos a dar todo. Queremos estar en todo, porque no va a volver a pasar. Esta semana vamos a aprovechar para darlo todo, porque además la ciudad se lo merece.

Se podría decir, además, que estos van a ser los primeros carnavales de normalidad absoluta.

Ylenia: Absolutamente. Yo creo que sí, después de la pandemia es el primer año que no tenemos restricciones, que podemos ser absolutamente libres en nuestra forma de celebrar los carnavales, y yo creo que eso para la gente va a ser muy especial. Estar nosotros representando a Farolín y a Zarambolas creo que también es muy especial.

Antes las mascarillas eran el complemento estrella de los carnavales. Ahora, ¿hay algún disfraz que creen que va a cobrar relevancia este año?

Ylenia: El de punki siempre triunfa (risas).

Lander: Y de series, Miércoles seguro. La casa de papel... Y superhéroes. 

Ylenia: Además, la gente tiene unas mentes tan originales... Cuando veo a la gente, con las ideas que tiene... La gente es súper artística en los carnavales.

Ustedes, que están tan acostumbrados a ponerse en la piel de tantas personas, ¿de qué se disfrazarían?

Lander: Jo, a mí me gustaría ir de Elvis. Nosotros nos casamos en Las Vegas, yo vestido de Elvis, y me gustaría tener un traje bien hecho, a medida. 

Ylenia: A mí me gustaría de Audrey Hepburn, o de Marilyn también. 

Y, hablaban antes de sueños cumplidos. Si pudieran dar vida a cualquier historia, o representar a cualquier personaje, ¿cuál elegirían?

Ylenia: Es verdad que me cuesta mucho elegir entre todos los personajes que me gustaría interpretar. Pero sí me gustaría mucho, en cine, hacer un personaje muy dramático, una mujer con problemas, que sufre en la vida, que le pasan cosas, para poder tener un recorrido como personaje y a nivel interpretativo y de emociones.

Lander: A mí me gustaría hacer, fíjate, de Josu o Juanma, de Eskorbuto. Si hubiese una peli de Eskorbuto, en esa Bizkaia de los 80, como ellos cantaban, llena de “ratas de Bizkaia”, me gustaría interpretar a uno de los dos personajes de Eskorbuto, porque me parecen dos personas que vivieron y murieron muy jóvenes, y fueron parte de un imaginario vizcaíno popular que ya no está, y me gustaría que se contara en cine, y poder interpretar a uno de los dos personajes.

Hablaban de drama. Pero, ¿qué consideran más difícil, hacer reír o llorar?

Ambos: Hacer reír, sin duda.

Lander: Siempre, en todas las temporadas de premios, las grandes categorías son para interpretaciones o producciones dramáticas, cuando hacer reír es mil veces más difícil. La comedia es el género más difícil que hay, sin duda. 

2023-02-19T11:05:03+01:00
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