El Athletic retomó ayer los entrenamientos en Lezama con la vista puesta en los dos últimos compromisos estivales. Los rojiblancos, sumergidos en la quinta y última semana de la pretemporada, toda vez que la próxima estará marcada ya por el estreno liguero del 15 de agosto contra el Mallorca en San Mamés, encaran la recta final de un proceso de preparación que tocará a su fin con dos derbis. Este mismo viernes, con motivo de la final de la Euskal Herriko Txapela, los de Ernesto Valverde se medirán a la Real Sociedad en Lasesarre con el grueso de titulares en acción, mientras que en la mañana del sábado será el turno de los meritorios frente al Alavés en Lezama.
Son las dos últimas balas con las que cuenta Txingurri para realizar todas aquellas probaturas que entienda necesarias con un rival enfrente. A partir del próximo lunes, toda vez que para este domingo ha sido programada una jornada de descanso para la plantilla, solo quedarán entrenamientos diarios en Lezama para que Valverde defina el once inicial por el que apostará ante el Mallorca, así como la identidad de los jugadores que completarán una convocatoria en la que no habrá cabida para varios de los que integran el plantel a día de hoy.
“La idea es mantenernos con 22 o 23 futbolistas y con alguna ayuda del B”, declaró el pasado domingo Txingurri al referirse a la confección final de una plantilla todavía por definir. A la espera de lo que ocurra finalmente con Iñigo Martínez, en el radar del Barcelona en un verano en el que el club culé ha llamado a su puerta, está por ver quiénes son los últimos futbolistas que abandonan un barco del que podría caerse, entre otros, Alex Petxarroman. El donostiarra, que parte como cuarto lateral derecho de la plantilla por detrás de Óscar de Marcos, Ander Capa e Iñigo Lekue, podría salir como cedido, misma fórmula que apunta a emplearse con aquellos compañeros que no obtengan el visto bueno de Valverde para iniciar el curso como leones.
Solo una derrota
En cuanto a los números que ha dejado la pretemporada hasta la fecha en términos colectivos, estos reflejan que el nivel de competitividad mostrado por el grupo ha estado a la altura de las circunstancias. En un verano con dos rivales de inferior categoría enfrente hasta el día de hoy, el Duisburgo de la tercera división de Alemania y el Mirandés de LaLiga SmartBank, el Athletic presenta un balance de dos victorias, tres empates y una única derrota, la sufrida en la visita al Newcastle el pasado sábado por 2-1.
La falta de acierto de cara a portería lastró en St James’ Park a los leones, que han goleado al Bochum (4-1) y al Mirandés (0-3), mientras que han firmado las tablas contra el Mainz 05 (1-1), así como frente a Borussia Mönchengladbach (0-0) y Duisburgo (1-1) en el triangular de la Copa de las Tradiciones con el que echó a rodar el balón en clave rojiblanca. La Real y el Alavés, así las cosas, pondrán el punto final a un intenso periodo de preparación que se cerrará con un doble test en un fin de semana que será el último sin liga de por medio.
El Athletic, eso sí, deberá esperar hasta el lunes 15 para entrar en acción en el campeonato de la regularidad con un total de ocho amistosos a la espalda para favorecer la puesta a punto de un equipo que está ante sus dos últimas pruebas del verano.