Los baserritarras y artesanos interesados en acudir con sus productos a la feria de San Isidro que albergará la localidad ayalesa de Respaldiza, el 15 de mayo, tienen hasta el próximo miércoles (30 de abril) para tramitar la correspondiente solicitud de instalación de puesto de venta y exposición, tanto en las oficinas municipales como a través de la sede electrónica.
Cada expositor dispondrá de un máximo de dos puestos (dos metros) que serán facilitados por el propio Ayuntamiento, que advierte que no constarán las inscripciones que no presenten la totalidad de la documentación requerida (certificado de registro sanitario, carnet de manipulador de alimentos, póliza de responsabilidad civil…). En caso de existir más solicitudes que puestos disponibles, éstos se adjudicarán mediante un sorteo a realizar el 5 de mayo.
Esta feria siempre cuenta con un programa de actos paralelos en torno al sector primario tales como el rincón infantil que acogerá el social de Respaldiza, de 09.30 a 13.30 horas, para cuyo acceso hay que inscribirse por las mismas vías antes del 7 de mayo, ya que las plazas son limitadas. Va dirigido a niños y niñas de 4 a 12 años, cuesta 6 euros e incluye almuerzo a base de talo con chorizo o bacón, fruta y agua.

Un momento del certamen alavés de vacas pirenaicas en una pasada edición de la feria de San Isidro en Respaldiza
Vacas pirenaicas
Con todo, el eje central de la cita vendrá de la mano del certamen provincial de vacas pirenaicas, que alcanzará su novena edición. Su objetivo no es otro que poner de manifiesto el estado colectivo de esta especie de ganado y la mejora que se viene realizando, así como servir de estímulo y orientación hacia la cría de ganado selecto como base para la mejora de las explotaciones, de cara a que puedan competir en los mercados tanto interior como exterior.
“ El eje central de la cita vendrá de mano del IX certamen alavés de vacas pirenaicas, la raza ancestral de nuestros baserris, hoy día muy especializada en producción cárnica ”
Y es que hablamos de una raza autóctona que, aunque en la actualidad se encuentra en auge con más de 5.000 cabezas en Euskadi (3.500 de ellas en Álava), en los años setenta del pasado siglo estuvo al borde de su extinción por la introducción masiva de la raza Parda Alpina, por lo que sigue necesitando el apoyo y ayuda de todos, tal y como se merece toda raza autóctona y todo patrimonio genético. De hecho, es la raza ancestral del caserío vasco, hoy día muy especializada en producción cárnica, gracias al trabajo de nuestros ganaderos. Con todo no estamos ante una vaca autóctona exclusiva de Euskadi, sino de toda la cornisa cantábrica, siendo Navarra donde esta más extendida, seguida de Euskadi, Cantabria, Aragón y Cataluña, aunque también hay registradas explotaciones en Soria, Rioja, Burgos y Cáceres.
En Álava es Abere, en Arkaute, quien lleva todo lo concerniente a esta raza; mientras que a nivel de Euskadi es Lorra en Lezama (Bizkaia), y a nivel de España, se ha logrado del Ministerio de ganadería el logotipo 100% raza autóctona, respaldado a nivel genérico por la marca Herribehia. Todo un paso de gigante en la comercialización de esta carne, ya que las ganaderías que han comenzado a trabajar siendo socios de esta marca, a la hora de sacrificar cada cabeza llevan el respaldo del logo acreditado.