Nueve de cada diez españoles eligen el coche para viajar este verano, según el estudio 'Recuperamos la movilidad, volvemos a la carretera' elaborado por Continental y la Fundación CEA, que asegura que el 12% de los conductores reconoce no parar en carretera para llegar antes a su destino.
En este sentido, a pesar de que se recomienda realizar una parada cada dos horas o 200 kilómetros, un 12% de los conductores señala que no para con el objetivo de llegar cuanto antes a su destino, mientras que el 10% solo realiza un alto en su camino si necesita ir al baño.
Por su parte, el 74% de los conductores considera el trayecto un momento de disfrute como parte de sus vacaciones.
Continental ha destacado que, a pesar de que la mayoría no ha notado ningún efecto en la conducción tras la recuperación de la movilidad y de los trayectos de mayor distancia, un 11% sí reconoce sentirse más inseguro en los desplazamientos más largos y un 5% en cualquier trayecto.
Entre los acompañantes elegidos, un 59% opta por viajar en familia; un 31%, con su pareja; un 7%, con amigos, mientras que solo un 4% escoge viajar solo en coche.
Durante el trayecto, el 65% prefiere ir escuchando música o la radio, mientras que el 26% quiere conversar con sus compañeros y solo un 8% se decanta por el silencio y disfrutar del paisaje.
En cuanto al mejor momento del día para iniciar el viaje, seis de cada diez españoles prefiere hacerlo por la mañana, seguido del 25% de madrugada. Los que se decantan por la tarde o por la noche suponen un porcentaje más minoritario, del 6% y del 5%, respectivamente.
Conductores medicados
Según un estudio de Línea Directa en colaboración con Fesvial, el número de fallecidos en carreteras que habían ingerido algún tipo de psicofármaco ha crecido un 40% en los últimos tres años.
Estos medicamentos provocan somnolencia, menor atención o alteración de la coordinación, entre otros efectos secundarios.
Alcohol y drogas
El informe desvela que la cocaína es la droga más consumida entre los que perdieron la vida en las carreteras. Un 60,8% de los fallecidos dieron positivo en esta sustancia, seguida del cannabis (53,3%).
Sin embargo, estos datos aumentan cuando se trata del alcohol. El 78,5% de los fallecidos dieron positivo en alcohol, con una media de 1,2 gramos por litro, una cifra muy alta si tenemos en cuenta que el máximo permitido es de 0,5 g/l en sangre.