Un 30% más de recursos para conservar y mantener las carreteras

El Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputación de Álava va a destinar en los próximos tres años más de 34 millones de euros a mantener y conservar las carreteras alavesas. El monto anual para mantener la Red Foral de Carreteras ascenderá así a partir de marzo de este año a 11,4 millones de euros, un 30% más que los recursos destinados anualmente de acuerdo al contrato todavía vigente.

El Gobierno foral adjudicó el 7 de febrero los dos nuevos contratos de conservación integral de la Red Foral de Carreteras, Zona Este y Zona Oeste, a la UTE Yarritu-Caslever-Villar y a la UTE API Movilidad-Firmes Alaveses-Balgorza por 16,5 y 17,9 millones de euros, respectivamente, y un plazo de tres años.

Estos contratos entran en vigor este próximo miércoles 1 de marzo y concluirán así el 1 de marzo de 2026. Se trata de dos contratos diferentes cuyo adjudicatario se responsabilizará del mantenimiento de las carreteras alavesas de acuerdo a su ubicación geográfica: zona este y zona oeste del territorio histórico.

Los trabajos e inversiones contemplados en estos contratos son de una decena de tipologías diferentes. Por un lado se busca vigilar el estado de los más de 1.400 kilómetros de la Red Foral de Carreteras para detectar, paliar y corregir eventuales anomalías en el estado de funcionamiento la vía y la circulación. Los trabajos consisten en la señalización de peligros, bacheo urgente, limpieza de manchas peligrosas o placas de hielo, apoyo en vialidad invernal o retirada de animales muertos.

También se incluye la atención a emergencias. Se trata de un servicio clave que se presta 24 horas durante los 365 días al año y que exige una respuesta en tiempo tasado a situaciones imprevistas que afecten a la circulación o la capacidad funcional de la carretera, como accidentes graves, caída de árboles o desprendimientos.

Además está la conservación ordinaria. Incluye la limpieza y mantenimiento de calzada, arcenes, arquetas, drenajes, barreras, luminarias o áreas de descanso, por un lado; y por otro las siegas, desbroces y podas de árboles, arbustos y hierba que afecten a los elementos de la carretera, como carreteras, arcenes, cunetas, drenajes o señales.

En relación a la vialidad invernal, se concretan los medios materiales, como camiones quitanieves con cuchilla y extendedora de sal y salmuera; y humanos, para mitigar el impacto del hielo y la nieve en las carreteras y la circulación, apoyando los medios propios de la Diputación.

También se contempla la puesta a disposición de maquinaria pesada y vehículos, la reposición y reparación de señales, balizamiento y elementos de seguridad; la instalación de nueva señalización vertical y elementos de contención, y la renovación y reparación de firmes (calzadas, juntas de dilatación de puentes, bordillos e isletas). Los contratos también incluyen la ejecución de estructuras y obras de fábrica, como muros de escollera o contención para desprendimientos.

Respeto al medio ambiente

Como novedad importante los pliegos de estos nuevos contratos incluyeron como criterio de valoración de ofertas mejoras medioambientales como vehículos ligeros con distintivo ambiental ECO y cero emisiones; y empleo de materiales y técnicas respetuosas con el medio ambiente (reutilización de residuos o reciclado).

El diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Carlos Ibarlucea, explicó esta semana que el incremento del 30% “nace por una parte del aumento de necesidades por la asunción de la competencia sobre nuevas vías como el tramo alavés de la AP-1, el desdoblamiento de vías de alto tránsito como la N-124 y mejoras como en la A-625; y por otra del incremento de costes. Hay que tener en cuenta –continuó– que el anterior contrato se licitó hace seis años”.