Un aficionado de la Real, de unos 50 años de edad, resultó ayer herido grave cuando se encontraba en las inmediaciones del estadio Olímpico de Roma.
Según ha podido saber este periódico, el realista, que viajó con su mujer a la Ciudad Eterna, se encontraba en las inmediaciones del estadio haciendo cola para entrar al partido, cuando se subió a una especie de valla para ver mejor el campo en el que se iba a disputar el encuentro con tan mala fortuna que se le enganchó la alianza y sufrió una amputación parcial de su dedo anular de la mano izquierda.
El hombre fue inmediatamente atendido por los servicios de emergencia y trasladado de forma urgente a un hospital de Roma, donde esta pasada noche ha sido sometido a una operación de más de cuatro horas de duración.
Este mismo viernes, a primera hora, el presidente de la Real, Jokin Aperribay (que le ha obsequiado con la camiseta con la que Take Kubo jugó el partido), y el médico del club, Javier Barrera, han acudido al hospital para interesarse por su estado de salud. Tras leer su informe médico, el médico realista ha aconsejado al aficionado que regresara cuando antes a Gipuzkoa (su vuelo estaba previsto para la tarde y era vía Barcelona). Así las cosas, el club ha hecho hueco en el vuelo chárter en el que viajan los periodistas y varios invitados de la entidad txuri-urdin para que este aficionado pueda volar a Donostia. Tal es así que uno o dos trabajadores de la Real van a tener que volar con el equipo a Mallorca para que este aficionado pueda ocupar su plaza en el vuelo chárter.
En conversación con este periódico, el propio herido ha reconocido que no sabe bien el alcance de la lesión, porque ningún médico italiano ha terminado de explicárselo. De hecho, el propio Barrera ha tenido dudas al leer el informe, con lo que se encuentra a la espera de exploración, que se llevará a cabo al llegar a Gipuzkoa.