La singular experiencia de un turista andaluz en Euskadi ha captado la atención en redes sociales. Manuel García, un usuario de TikTok malagueño, compartió un video en el que, entre halagos a la belleza de Euskadi, señala un aspecto que, a su juicio, representa un “fallo” para los habitantes de esta región.
El video, cargado de humor y asombro, generó una ola de reacciones, tanto de otros turistas como de residentes locales, quienes no dudaron en dar su opinión sobre esta peculiaridad de la red vial vasca.
El “fallo” de los vascos
Según cuenta Manuel, su viaje por el Euskadi fue memorable en muchos aspectos, sobre todo por los paisajes y la amabilidad de las personas. Sin embargo, al recorrer el tramo de carretera que conecta San Sebastián con Bilbao, un trayecto de poco más de una hora, el malagueño asegura haberse encontrado con nada menos que 30 radares en el camino. “Es un paraíso lo que tenéis allí, pero, hermano, ¿cómo tenéis tantos radares en la carretera?”, comenta en su video.
Además de la frecuencia, Manuel apunta a que estos radares se encuentran en lugares “traicioneros”: tramos en los que, tras una recta o una pendiente pronunciada, los límites de velocidad descienden abruptamente a 80 km/h, cuando los conductores pueden venir circulando a 120 km/h en la autovía. Esta situación, a ojos de Manuel, dificulta mucho el trayecto, ya que no solo debe vigilar la carretera, sino también estar pendiente de cada radar que aparece en puntos estratégicos.
El turista bromea sobre el miedo con el que regresó a Málaga, donde espera que cualquier carta que llegue a su buzón no sea una notificación de multa por el recorrido en Euskadi. Su experiencia ha sido compartida por otros conductores en redes sociales, incluyendo vascos que se solidarizan con su percepción. Varios usuarios locales comentaron que ellos mismos han recibido multas en estos tramos, señalando que los radares están ubicados en “los sitios más escondidos” y que, pese a estar pintados de colores llamativos, pueden ser difíciles de ver hasta el último momento. "Pero somos la única provincia que están pintados en amarillo. Al menos que se vean", señala un usuario. "Hay más radares que kilómetros", bromea otro.
Costumbres vascas que sorprenden a los turistas
Para muchos turistas que visitan Euskadi, la experiencia va más allá de la gastronomía, la arquitectura o los paisajes naturales; se encuentran con tradiciones y costumbres locales que no dejan de sorprenderlos. Uno de los aspectos más destacados es la gastronomía y, en particular, los populares pintxos, pequeñas delicias culinarias que se sirven en los bares. Este tipo de gastronomía social, en la que se pueden probar varias tapas en un mismo local o en diferentes bares de la misma calle, resulta especialmente atractiva para los turistas, quienes consideran que es una forma única de disfrutar de la comida y de la compañía.
Otro aspecto que suele impactar a los visitantes es el euskera, que se habla y se escribe en todos los rincones de Euskadi. La sorpresa no solo viene por lo desconocido de esta lengua ancestral, sino por el orgullo con el que los vascos la han preservado. Además, los turistas se sienten atraídos por la fuerte identidad cultural que se manifiesta en eventos y festividades tradicionales o los deportes rurales, donde destacan competiciones de levantamiento de piedra y corte de troncos.
La forma de relacionarse de los vascos también suele generar comentarios entre los visitantes, quienes destacan que, a pesar de una fama de serios o reservados, las personas son en general amables y hospitalarias. Aunque el carácter puede parecer introvertido, al interactuar en un ambiente cercano o de celebración, los vascos suelen mostrar una faceta cálida y acogedora.
Imprescindibles para visitar en Euskadi
Euskadi es una región llena de lugares emblemáticos que merece la pena explorar en profundidad. Uno de los puntos de partida recomendados es Bilbao. El Museo Guggenheim es una parada obligatoria; este icónico edificio de arquitectura moderna no solo alberga importantes exposiciones de arte contemporáneo, sino que también se ha convertido en uno de los símbolos del renacer urbano de la ciudad. La capital vizcaína también cuenta con el Casco Viejo, donde se encuentran la Plaza Nueva y la Catedral de Santiago, que brindan una experiencia más tradicional de la ciudad.
Para los amantes de la naturaleza, la costa vasca ofrece lugares extraordinarios, como San Juan de Gaztelugatxe, una pequeña isla conectada a tierra firme por un puente y coronada por una ermita que se alza en lo alto. Este lugar, que ha ganado fama internacional, es ideal para los que buscan paisajes de película y para los entusiastas del senderismo. Otro destino natural es el Parque Natural de Gorbeia, un espacio que permite conectar con la naturaleza en su estado más puro y ofrece rutas de senderismo para todos los niveles.
San Sebastián, con su famosa playa de La Concha que brinda una panorámica única de la bahía, también es un imprescindible. Además, el casco viejo de la ciudad invita a pasear entre sus estrechas calles llenas de bares y a probar sus famosos pintxos. Otro de los atractivos de la ciudad es el Monte Igueldo, desde el cual se obtienen vistas espectaculares de la ciudad y el mar.
Finalmente, la villa medieval de Hondarribia, cerca de la frontera con Francia, sorprende a los visitantes con su encanto y coloridas calles empedradas. Su ambiente marinero y la fortaleza que rodea la villa la convierten en una joya cultural.
Con todos estos encantos y tradiciones, no es de extrañar que Euskadi siga siendo un destino cada vez más popular entre los turistas, pese a contar con sus propios “fallos”, como bromeó el malagueño Manuel. La combinación de una cultura vibrante, paisajes espectaculares y una historia rica hacen que cualquier recorrido por Euskadi esté lleno de experiencias inolvidables.