El tudelano Paco Carcavilla se ha aventurado hoy en una expedición hacia los Alpes para llegar hasta la cima del pico Gran Paradiso, de 4.061 metros de altura. Su hijo Mario se suicidó en 2020 con 19 años. Desde entonces Carcavilla ha coronado tres tresmiles (Monte perdido, Taillón y Aneto) con el objetivo de dar visibilidad a una realidad que está muy presente en la sociedad. El suicidio es la primera causa de mortalidad en los jóvenes en el Estado.
Tras la muerte de su hijo, Carcavilla empezó a andar. “Noté que me venía muy bien y al final he terminado subiendo montañas”, ha declarado. La decisión de subir tres picos de tres mil metros de altura no fue casualidad. Tal y como indica, “el año pasado se cumplieron 30 años con más de 3.000 suicidios al año”. Es por este motivo que el tudelano decidió realizar esos ascensos. El objetivo de estas expediciones “es romper el tabú que hay entorno al suicidio, llamar la atención y reclamar un plan nacional de prevención”, explica. Sin embargo, ahora ve un poco difícil conseguir ese plan nacional que tanto persigue, porque “el año pasado se presentó una propuesta en el Senado y la rechazaron”. Sus ambiciones son muy claras y no ha dudado en afirmar que la aprobación de un plan de prevención “ayudaría a evitar muchos suicidios”.
Es por este motivo que hoy se ha embarcado en una nueva aventura: el Gran Paradiso, ubicado en los Alpes, en el noroeste de Italia, y de 4.061 metros de altura. La decisión de ascender esta montaña vino precedida de los datos de suicidios del año pasado. En 2022 el número de defunciones por esta causa alcanzó una cifra récord, situándose en 4.097, un 2,3% más que el año anterior. A Carcavilla le gustaría no tener que subir ninguna montaña porque “eso significaría que no hay suicidios”.
La expedición
Carcavilla se ha lanzado hoy en esta aventura junto a ocho acompañantes. Tal y como ha declarado, “cada uno tiene un objetivo personal”. Han salido desde Cascante a las 20.00 horas. Viajarán toda la noche para llegar a la localidad italiana de Aosta, cerca del Mont Blanc, donde mañana estarán en una casa rural preparando todo el equipo para tenerlo listo para el ascenso.
El martes se pondrán en ruta y realizarán la aproximación al refugio Vittorio Emanuele II. Desde el aparcamiento que da inicio al camino hasta el refugio tendrán que recorrer seis kilómetros. En este tramo van a adentrarse en el bosque y empezarán a ganar altura. Encontrarán algunas cascadas y, más adelante, un terreno pedregoso. Antes de llegar al refugio, abandonarán la zona boscosa para recorrer el último tramo despejado. Una vez superado esto, podrán descansar en una cama y protegidos de la fría intemperie de 2.700 metros de altitud. Los alpinistas se despertarán antes de que amanezca y empezarán con el tramo más importante. Las luces de sus frontales van a formar una serpiente que iluminará el camino de la montaña. Con esta iluminación se guiarán hasta que amanezca. Será en ese momento cuando el sol empiece a apretar y la altura comience a provocar dificultad para respirar. Si todo va bien, con las primeras luces del miércoles alcanzarán la zona glaciar y llegarán a la cima. Ese mismo día realizarán el descenso.
Estas expediciones no son solo una forma que emplea Carcavilla para sentirse más cerca de su hijo, también es una manera de dar visibilidad a una causa noble, como es la concienciación sobre el problema del suicidio. Es posible que a corto plazo no se consiga que el Gobierno apruebe un plan nacional de prevención del suicidio, pero eso no va a impedir que Carcavilla siga luchando para que “se pueda atender a menores gratuitamente” o para dar visibilidad y soluciones a este grave problema.