El Bilbao Athletic camina sobre la incertidumbre. Consumadas las seis primeras jornadas del grupo II de Segunda RFEF el filial rojiblanco proyecta una bipolaridad que no suele ser habitual. Cuando comparece en Lezama, manifiesta una sintomatología depresiva. Cuando lo hace lejos de Bilbao, ofrece episodios de exaltación. El conjunto de Bingen Arostegi es así de radical. Sus números le delatan. Solo ha amarrado un punto de los nueve posibles en los tres encuentros disputados en el refugio de su casa, mientras que se ha soltado como visitante, ya que ha sumado seis de los nueve puntos posibles. Un impacto positivo como viajante que lo ratificó el domingo en La Planilla, con su meritorio triunfo sobre el Calahorra, que le permitió, además, salir de los puestos de descenso, con el matiz reconfortante que supone ello. El Bilbao Athletic, por tanto, ejerce menos presionado cuando viaja. Así fue también en su visita al UD Logroñés, dentro de la segunda jornada, cuando asaltó Las Gaunas (0-1), aunque asoma el lunar de la derrota que sufrió en Castalia frente al Castellón (2-0). Solvencia de la que carece en Lezama, donde La Nucía y el Eldense se llevaron los tres puntos y la Real Sociedad B, uno.
Los cachorros presumen de garantía en sus desplazamientos, hasta el punto de convertirse en uno de los mejores equipos en esta faceta. Solo son mejores en este ranking el Alcoyano, que lidera hasta la fecha con autoridad el grupo, ya que alardea del pleno como foráneo y el UD Logroñés, curiosamente, que ha sumado siete puntos. Sea como fuere, la victoria en La Planilla dejó un buen sabor de boca a Bingen Arostegi, consciente de la dificultad que entrañaba vencer en un campo tan complicado: “Sabíamos que iba a ser un partido exigente de disputas, por lo que teníamos que estar preparados para ese otro fútbol. No hemos entrado muy bien al partido y nos hemos rehecho, que es lo importante y lo que tiene mérito. Hemos tenido el control del partido, no del juego, en el segundo periodo, con transacciones de peligro que no hemos sabido definir. Luego, el Calahorra ha apretado y nos ha tocado sufrir en el tramo final”.
El éxito del filial rojiblanco tuvo un nombre propio. Fue el gran día de Aritz Pascual. El ariete de Berango celebró a lo grande su primera titularidad, ya que fue autor del primer tanto de su equipo, en una acción propia de un nueve, y fue víctima del penalti que transformó su compañero Luis Bilbao y que consumó la remontada del Bilbao Athletic. Pascual, que recaló en Lezama el pasado enero procedente del Sestao River, por fin pudo cumplir el objetivo personal de estrenarse como goleador con los cachorros, para el que ha tenido que aguardar 20 encuentros, ya que en ninguno de los 16 en que participó la campaña anterior logró ver puerta. En la actual, solo había comparecido en un total de 27 minutos en tres encuentros.