"NADA más conocer el resultado del sorteo le llamé a Gorka para hablarlo, nos hizo mucha ilusión”. Lo subraya Ander Murillo (Donostia, 22 de julio de 1983) y el mencionado es Gorka Iraizoz. Son amigos íntimos y excompañeros en el Athletic. Y los dos se volverán a ver el sábado en Urbieta, en esta ocasión como rivales. Murillo es técnico asistente de Imanol Idiakez, entrenador del Leganés, e Iraizoz es la mano derecha de Aitor Larrazabal, entrenador del Gernika, equipo que recibe al Leganés en la primera eliminatoria de Copa. No será el único reencuentro entre colegas, porque también será el de Larrazabal con Juanjo Valencia, entrenador de porteros del Leganés y que compartió vestuario con el de Loiu durante siete temporadas en el primer equipo del Athletic. “Será un partido especial, sin duda”, recalca el exguardameta rojiblanco. Urbieta vestirá sus mejores galas de cara al sábado, un partido con sabor a Copa, entre un equipo de Segunda RFEF y otro de LaLiga SmartBank, dos categorías de diferencia, pero al mismo tiempo servirá para que se visualice un brindis entre amigos.
Murillo recaló el pasado verano en la entidad pepinera de la mano de Idiakez después de cerrar una etapa de once años en Chipre, donde fue jugador y director deportivo del AEK Larnaka. “Cuesta adaptarte otra vez, porque llevaba mucho tiempo fuera. Me permite volver a un banquillo, aprender mucho”, añade el donostiarra, que completó 157 partidos como león. Tiene definida su labor en el cuerpo técnico del Leganés, donde aporta “en la línea del tema defensivo y en lo relativo al balón parado”, no en vano él fue defensa, además de “preparar entrenamientos y otras herramientas de trabajo”. Dice Murillo, que ha disfrutado de dos días de fiesta tras la victoria del Leganés el pasado fin de semana sobre la Ponferradina para acercarse a Donostia donde reside su familia tras dejar su residencia en Larnaka, que en estos últimos días no se ha comunicado con Iraizoz, al que le une una estrecha relación. “Cuando llegué a Lezama desde el Antiguoko coincidí en la Residencia de Derio con Gorka, que procedía de La Txantrea. Estuvimos dos campañas juntos en el Athletic y nos hemos sacado juntos el carné B+A y el PRO de entrenador. Con Aitor (Larrazabal) también estuve en mis primeros dos años en el primer equipo”, rememora el donostiarra, consciente de que el Leganés no tendrá un partido cómodo en Urbieta: “Somos un equipo al que le gusta ir a por los partidos. El del sábado es el típico de Copa y, pese a la diferencia de categoría, te lo tienes que tomar como un partido de liga. El Gernika imagino que saldrá con sus mejores argumentos y sé que Gorka lo vive con mucha pasión”.
Juanjo Valencia (Donostia, 18 de septiembre de 1991) no dudó en aceptar la propuesta que le llegó de parte de Imanol Idiakez, “aunque yo conozco más a su hermano Iñigo”, porque “el proyecto es muy interesante y estamos muy satisfechos, pese a que lo hemos pasado mal cuando éramos últimos, pero ya estamos enderezando el rumbo”. El donostiarra, entrenador de porteros del Leganés y que atesora 195 encuentros como rojiblanco, reconoce que cuando conoció la suerte que le deparó el sorteo “me salió una sonrisa, porque te permite volver a Bizkaia y encontrarte con viejos compañeros”, entre ellos Larrazabal, con el que compartió vestuario entre 1992 y 1999. “No he llegado a hablar con él, hace mucho tiempo que no nos vemos”, desvela el exguardameta, que pone el acento en el perfil del actual técnico del Gernika, al que define como “súper competitivo”. “Los datos en su carrera como futbolista ahí están. Trasmitía energía y una entrega máxima, y eso no se pierde. Él empezó en el primer equipo un poco antes que yo y nos encontramos con la figura de Genar Andrinua, que era el gran capitán”, añade Valencia, que puede dar fe de lo que supone la Copa para equipos como el Gernika. “En todos los sitios gusta jugarla, con un gran ambiente y yo ya la disfruté con el Ibiza”, que llegó hasta dieciseisavos, donde dio guerra al mismísimo Barça.