Los tiempos han cambiado. Para algunas cosas es posible que lo lamentemos pero muchas otras nos convierten en afortunados por estar viviendo en esta época. La salud mental ha supuesto una gran revolución en los últimos años, y es que ahora ir a terapia es lo habitual, mientras que hace un par de décadas era solo para unos pocos que no estaban bien vistos precisamente. Hoy en día ya se entiende como una necesidad vital como ir al médico cuando tienes cualquier dolencia física. Un buen psicólogo puede, sin ánimo de exagerar, cambiarte literalmente la vida, pero para ello debes estar atento para elegir correctamente. En este artículo te damos algunos consejos si estás buscando psicólogos en Getxo tanto de forma presencial u online. Quédate leyendo un poquito más que te lo contamos todo.
Saber diferenciar un psicólogo cualificado
Es innegable que vivimos en una era digital que nos bombardea constantemente con múltiples soluciones para nuestra vida cotidiana. En el campo de la psicología, en menos que canta un gallo tenemos mil perfiles a nuestra disposición que nos prometen, sin pestañear, cambiar nuestras vidas por completo. Internet está lleno de "gurús" que distan mucho de lo que es un buen profesional, por ello debemos estar muy atentos para que no nos metan un gol por toda la escuadra.
En primer lugar, un buen psicólogo tiene que, como mínimo, tener las certificaciones correspondientes y/o pertenecer a alguna asociación como es la AETPS (Asociación Española del Trauma Psicológico). Esto parece una obviedad pero hay que tenerlo muy en cuenta si no queremos acabar arrepintiéndonos de los resultados. Aunque la experiencia no siempre es sinónimo de calidad, sería interesante leer opiniones y testimonios de otros pacientes, ya que esto nos puede dar ciertas pistas del grado de satisfacción de los demás. Esto, desde luego, no nos asegura el éxito pero nos ayuda a saber un poquito mejor con quién vamos a tratar.
Al margen de este ejercicio de investigación previo, es interesante que evaluemos la compatibilidad personal a través de una primera consulta. Esta sesión es una oportunidad para saber si nos sentimos cómodos y en sintonía con el psicólogo, ya que esta relación terapéutica es un factor clave en el éxito del tratamiento. En esta primera consulta también comprobaremos cuál es su enfoque terapéutico y cómo piensa abordar la problemática que le ponemos sobre la mesa.
Decidir ir a terapia: el primer paso para dar el salto hacia la felicidad
Sin duda, dar el paso de ir a terapia es una de las decisiones más importantes que podemos tomar, y no siempre es tarea fácil ya que reconocer que necesitamos ayuda en ocasiones puede resultar un auténtico desafío.
En primer lugar, decidir ir a terapia es entender que tu salud mental es tan importante como tu salud física. Por tin empezarás a tomar el control de tu bienestar, dándole prioridad a tu mente y a tus emociones. Y es que hay que ser consciente de que muchos problemas emocionales no resueltos pueden agravarse con el tiempo, desencadenando múltiples enfermedades o complicaciones varias.
La terapia es un espacio seguro para indagar en ti mismo, para hacer un "viaje al centro de tu ser" y explorar tus emociones, pensamientos y comportamientos. Conociéndote mejor entenderás por qué sientes o actúas de cierta manera y cómo puedes hacer cambios si así lo deseas. Eso, por supuesto, fortalecerá tu autoestima poco a poco conforme vayas avanzando en el proceso terapéutico. Entenderás perfectamente tus fortalezas y tus debilidades desde una perspectiva más compasiva a la que estás acostumbrado, sin juicios.
Aprenderás a manejar el estrés y la ansiedad de una forma adecuada
La vida moderna puede ser abrumadora. Nuestro día a día, el trabajo, las obligaciones, la familia y la presión que nos ponemos a nosotros mismos hacen de nuestro día a día un manojo de estrés y ansiedad que puede resultar realmente insoportable si no se trata. La terapia te ofrece herramientas para manejar todas estas emociones a priori tan complejas de una manera saludable. Existen técnicas terapéuticas que pueden mejorar considerablemente nuestra calidad de vida ayudándonos a lidiar con el estrés y la ansiedad.
Además, en muchas ocasiones esta ansiedad no tiene su origen tu vida actual, sino que proviene de alguna experiencia traumática que has podido atravesar en el pasado. Un buen profesional te guiará en el proceso de entender realmente el trauma y trabajar en él para reducir su impacto en tu vida diaria.
La decisión de ir a terapia contribuye a eliminar el estigma que aún rodea a la salud mental. Normaliza el cuidado personal, ya que al buscar ayuda no solo te beneficias tú mismo sino que también abres camino para que otros hagan lo mismo sin miedo a ser jugados. Al fin y al cabo, cuantas más personas elijan cuidar su salud mental, más empática, sana y comprensiva será la sociedad en general.