Cuando no se tiene el mismo músculo económico que los grandes clubes de la Euroliga, hay que buscar otras alternativas para reforzar la plantilla. Toca trabajar más y rastrear otros mercados en los que no suelen pescar los transatlánticos del continente con el objetivo de encontrar ese mirlo blanco, que ajeno al radar de los ricos, explote en tu equipo.
Un trabajo complicado, pero en el que el Baskonia es un experto. La secretaría técnica azulgrana lleva tiempo demostrando que se puede triunfar en el mercado sin acudir a los habituales caladeros donde los equipos más poderosos pescan habitualmente. De hecho, por norma general las principales escuadras se nutren de jugadores de sobra conocidos, con calidad contrastada y que han brillado en las principales competiciones.
Francia, Bélgica, Lituania
Por eso, desde la factoría de Zurbano se buscan otros caladeros en los que encontrar jugadores que cumplan los requisitos de las tres Bes: buenos, bonitos y baratos. Así ha sido desde hace mucho tiempo. Fichajes procedentes de la liga francesa cuando no era tan conocida, como es el caso de Laurent Foirest, que aterrizó en Gasteiz desde el Pau Orthez, o incluso de una competición menor como la belga, desde donde aterrizó un joven como Mirza Teletovic que explotaría en Gasteiz antes de recalar en la NBA o incluso la lituana, desde donde el buen ojo de Alfredo Salazar reclutó a un pistolero como Arvydas Macijauskas, que tras su paso por el Buesa Arena también haría las Américas. Proyectos de jugadores que aún no han despuntado y que con el buen ojo clínico del secretario azulgrana suelen explotar en el Baskonia.
Quién no recuerda cómo el conjunto gasteiztarra fue un pionero en rastrear el mercado argentino, desde donde llegó una inmensa camada de excelentes jugadores. Ahí están los casos de Marcelo Nicola, junto a otros como el Chapu Nocioni o Luca Vildoza, el último de esta lista.
Pues bien, ahora la entidad del Buesa Arena ha descubierto otro caladero en el que pescar talento: la G-League. Se trata de una competición formativa impulsada por la NBA dentro de su liga de desarrollo para catapultar la trayectoria de sus jóvenes talentos. Ahí ha ido a parar uno de los que ha cuidado con mimo el Baskonia estos últimos años, Siddy Cissoko.
Clase y trampolín a la NBA
Sin lugar a dudas es una competición en la que abundan los jugadores con clase y ganas de trabajar por mejorar y hacerse un hueco en la mejor liga del mundo. Jugadores con hambre, proyección de futuro, muchos de ellos sobrados de talento. El perfil que busca el Baskonia.
De hecho, sus dos últimas incorporaciones han llegado desde la G-League. El primero de ellos, Daulton Hommes debutó en la G-League con los Austin Spurs en la temporada 2019-20 y después de jugar en Italia se incorporó al proyecto de los New Orleans Pelicans en la liga de desarrollo de la NBA donde firmó 13,4 puntos, 4,4 rebotes y 2,3 asistencias.
El segundo fichaje azulgrana, Markus Howard, también procede desde el mismo destino. Tras no disputar muchos minutos con los Nuggets, la franquicia de Denver lo recolocó en los Grand Rapids Gold de la G-League esta pasada temporada. Habituados a competir contra talento y a partirse la cara por hacerse con un hueco entre las futuras estrellas de la NBA.
Ese es el caladero en el que el Baskonia ha pescado a sus dos últimos fichajes. Sin embargo, no son los únicos. De hecho se trata de una competición ya conocida en las oficinas de Zurbano. Buena prueba de ello es que estos últimos años han llegado más jugadores que han disputado esta competición formativa.
Lamar Peters y Jalen Jones
Uno de esos casos podría ser el de Lamars Peters esta campaña. El base norteamericano, que fichó por el Baskonia en noviembre de 2021, debutaría en Euroliga y la ACB con el conjunto gasteiztarra después de su primera experiencia europea con el Bursaspor turco, equipo con el que promedió la pasada temporada 9.9 puntos y 6.4 asistencias en Turquía. Sin embargo, el jugador, que se formó en la universidad de Mississippi State, se dio a conocer tras su paso por la Liga de Desarrollo con el equipo de New York Knics durante la campaña 2019-20 antes de dar el salto a Europa.
Otro refuerzo azulgrana que llegaría al viejo continente tras su paso por la G-League fue Jalen Jones en la temporada 2018-19. El ala-pívot estadounidense reforzó al equipo de Perasovic a finales de enero de 2019.
El jugador estadounidense perteneció a los Cavaliers de Cleveland, que le dieron de baja tras pasar los últimos partidos con su equipo vinculado en la Liga de desarrollo, el Canton Charge hasta cuatro días antes de recalar en el Baskonia.
En el conjunto gasteiztarra disfrutó de su primera experiencia fuera de los Estados Unidos, donde pasó por tres franquicias de la NBA (New Orleans, Dallas y Cleveland) y sus respectivos equipos de la Liga de desarrollo. Un caladero, en el que el Baskonia se ha fijado este verano para echar sus redes. Habrá que esperar para ver qué resultado dan Hommes y Howard. Lo que está claro es que llegan desde una competición en la que hay talento de sobra. En esa en la que aspira poder brillar Siddy Cissoko. El francés ha hecho el camino inverso.