Lugar de Encuentros IV de Chillida, una de las esculturas más monumentales e icónicas del Bellas Artes de Bilbao, ha emprendido el viaje a Chillida Leku donde estará expuesta a lo largo de los próximos meses hasta la culminación de la ampliación proyectada por Foster y Uriarte, prevista para septiembre de 2024. El traslado ha contado con un operativo muy especial, que comenzó a planificarse en diciembre del pasado año y que hoy se ha materializado, en el que han participado más de 20 personas. El proyecto ha contado con la colaboración de Tecnalia, el mayor centro de desarrollo tecnológico del Estado y con Loire Gestamp, fabricantes de máquina y herramienta y grúas Gohierri.
Para el traslado se ha necesitado un camión, de los llamado Góndola, de 12 metros de largo, adaptado a esta especial pieza, que ha ido depositada en palets de madera cubiertos de neopreno, un material que no se adhiere al hormigón armado con el que está creada la monumental escultura. Los 100 kilómetros aproximados que separan Bilbao y Hernani se realizarán esta noche en un viaje de tres horas, a una velocidad adaptada para que la escultura no sufra ningún daño.
La escultura estaba a la entrada del museo, suspendida por cables de acero, y se elevaba 70 centímetros del suelo, exactamente lo que Chillida consideró. Ese ligero espacio, según el escultor, es suficiente para crear un efecto que anula el inmenso peso en favor de la armonía de las curvas y la alternancia entre el vacío y el lleno de las formas. Cuando la grúa ha descolgado la escultura se han llevado una sorpresa. “Las grúas cuentan con un peso y aunque históricamente todo el mundo pensaba que pesaba 16 toneladas, Lugar de encuentros IV pesa en realidad 13 toneladas y media”, ha explicado María José Ruiz Ozaita, jefa del departamento de conservación y restauración del museo bilbaino.
Ingravidez
“Es un día importante para el museo, uno de sus emblemases esta escultura de Chillida, que se va a trasladar a Hernani durante la obras del Bellas Artes y va a poder ser vista en un entorno excepcional con el grueso importante de su obra, un edén que Chillida creó junto a su mujer, Pilar Belzunce. Chillida-Leku ha sabido aprovechar muy bien que la escultura no iba ahora a tener visibilidad y cuando vuelva lo hará a otro emplazamiento en el nuevo atrio que se va a generar en la ampliación”, ha explicado Miguel Zugaza, director del Bellas Artes.
“La escultura habla de la ingravidez y se ha visto que cuando se ha soltado y se ha movido casi parece una pluma a pesar de que es una pieza de gran escala y de gran peso”, ha recordado Zugaza.
La obra es la cuarta de la serie formada por siete piezas tituladas Lugar de Encuentros, realizadas por Chillida en colaboración con el ingeniero José Antonio Fernández Ordoñez a lo largo de una década, entre 1964 1974. Tiene unas medidas de 215 x 475 x 408 centímetros. Fue donada al museo por el propio Chillida, se colocó entonces bajo su directa supervisión en la antigua planta baja del edificio moderno. En junio de 2000, y de nuevo con su intervención, la pieza se ubicó en la actual plaza Chillida a la que se abre el edificio moderno, también bajo la supervisión del escultor.
“Vamos a recuperar esa idea original, ubicándolo en el interior del museo, que además nos permite una mejor conservación. Es hormigón armado, tiene una estructura de hierro, en el exterior se oxida y provoca problemas de conservación para la obra, según se ha manifestado en otras obras de este tipo que están en lugares públicos. Y creo que además en el nuevo atrio de museo se va a ver el gran protagonismo que tiene la escultura, en lo que va a ser la nueva entrada al museo. Y en comunicación directa con la fuente de Arriaga y con otras obras que se vayan incorporando se va a generar una galería de esculturas muy relevantes”, anuncia Miguel Zugaza.
Durante la operación también ha estado presente la directora de Chillida -Leku, Mireia Massagué, quien ha afirmado que “con este proyecto se empieza la celebración del centenario del nacimiento de Chillida y además con un proyecto en colaboración con el Bellas Artes de Bilbao. Se va a ubicar en la parte del bosque, en estos momentos se está preparando la estructura y el día 30 se inaugurará”.
Para el nieto de Eduardo Chillida, Mikel Chillida, es un día muy emocionante. “Además son unas fechas muy significativas para nosotros. Esta escultura nunca estuvo en Chillida-Leku, ahora se va a reunir con sus hermanas. Aitona hacía estas esculturas para lugares poderosos, de concordia, para fomentar el diálogo”.
La escultura ya está en el camión, sobre palets y fuertemente sujeta para que no haya ningún complicación, lista para el transporte esta noche a Chillida-Leku, el sueño que tuvo el escultor guipuzcoano y que se hizo realidad.