Había ganas, y se notó. Han pasado dos años desde la última vez que se celebraron los carnavales, una de las fiestas más esperadas, si no la más, por beratarras y lesakarras. Pero por fin llegaron, y con ello, el domingo de carnaval, el día grande tanto en Bera, con el desfile de Inude eta Artzaiak, como en Lesaka, donde los protagonistas son los zakozar.
BERA Desde primera hora de la mañana se notaba un ambiente especial, el de las grandes ocasiones, también durante los ensayos previos, en los que "ha participado más gente que en años anteriores", según comentaba Mikel Esnaola.
82 parejas de Inude eta Artzaiak participaron tanto en el desfile matinal como el vespertino, tras la comida popular, bien acompañados por la comparsa y la banda de música, en total, más de 200 participantes. "¡Mucha gente!", tal y como comentaba el siempre voluntarioso Jon de la Cruz, mientras intentaba ordenar las filas.
Inudeak, chicos caracterizados de nodrizas con trenzas, y Artzaiak, chicas representando pastores, protagonizaron su particular flirteo, con acercamientos y alejamientos, a través de los bailes, además de las dos canciones que interpretan a viva voz (Bestarik behar bada y Armeniako artzaiak).
LESAKA En Lesaka el jolgorio comenzó por la tarde, con el desfile de los zakozar y mairu txikis, previo al de los mayores, que comenzó cuando el sol se retiraba. Antes, detrás del frontón, se llenaban los zakozar, gracias al trabajo de vecinos y vecinas como Begoña San Julián, recientemente fallecida, a la que ayer rindieron homenaje mediante un sentido minuto de silencio antes de iniciar la kalejira con la pieza Lesakako Inauteriak, a cargo de la Banda de Música dirigida por Mikel Iriarte.
A partir de ese instante, los más de 70 zakozar se aventuraron por las calles de la localidad ahuyentando con sus pizontziak a mairus y todo aquel que se les acercara.