Secuestros de bebés en hospitales, un caso con precedentes en Euskadi

El secuestro del recién nacido que la Ertzaintza ha encontrado en Santutxu tiene algunos precedentes muy parecidos en Euskadi. En 2012, una mujer con problemas mentales raptó a una bebé en el Hospital Donostia. En este caso fue localizada una hora después con la niña en perfecto estado. Además, en 2014 se produjo un intento de robo de un niño en el mismo centro hospitalario.

En cuanto al primer caso, fue el 25 de septiembre de 2012, sobre las 6.30 horas de la mañana, cuando una mujer se dirigió a una habitación del edificio materno-infantil del este complejo sanitario donostiarra y secuestró a un bebé aprovechando que sus padres dormían.

La mujer que secuestró al bebé había sido ingresada en diversas ocasiones en el servicio de Psiquiatría del Hospital Donostia. Aquella madrugada entró en la habitación aprovechando un momento en el que el padre y la madre del recién nacido dormían y alegó a quienes allí se encontraban que era familiar de la madre, concretamente su hermana, y que debía llevárselo para una revisión médica.

La mujer logró abandonar el edificio y cogió un taxi en el que se dirigió al barrio donostiarra de Herrera. La sospecha de la actitud de esta mujer por parte de los profesionales, así como el funcionamiento del control y cámaras de seguridad del centro permitieron identificar a la autora de los hechos y, en coordinación con la Ertzaintza y la Policía Local, localizarla en menos de una hora.

Un año y cuatro meses después, el 18 de enero de 2014 ingresó en prisión la mujer que había intentado robar el día anterior, en este caso a primeras horas de la tarde, a un niño recién nacido en la planta de neonatos del área materno-infantil del Hospital Donostia. También en este caso utilizó una bata blanca para hacerse pasar por personal sanitario y se llevó al bebé de la habitación con la excusa de que iban a practicarle la prueba del talón.

No obstante, en este caso no consiguió su objetivo ni abandonar el centro hospitalario, ya que levantó las sospechas del personal del centro, que avisó al servicio de seguridad y fue retenida hasta la llegada de la Ertzaintza.