Un castillo romano obliga a modificar el paso del TAV en Tafalla

La dirección general de Cultura-Institución Príncipe de Viana tendrá que dar su visto bueno a la modificación del proyecto que propondrá Adif para garantizar la conservación del castellum de la Gariposa, una fortificación del siglo I antes de Cristo que ha aparecido en Tafalla durante las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV).

El departamento, en una resolución, notifica que “se deberá garantizar la conservación integral del recinto fortificado de la Gariposa, por lo que no es autorizable el desmonte o alteración de sus restos”, y hasta que se proponga una alternativa ordena “el sellado de los restos para su protección”. Adif, el organismo estatal encargado de las obras del TAV, plantea la posibilidad de salvar el yacimiento con la construcción de un túnel de unos 200 metros, pero la propuesta definitiva todavía no se ha remitido al Gobierno de Navarra.

Aunque hay abierto un plazo para las alegaciones, todas las partes implicadas –el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Tafalla y Adif– parecen conformes con la alternativa del túnel, que permitiría no hacer cambios en el rígido trazado de la alta velocidad y asegurar la conservación del sitio.

Estudios desde 2019

El Gobierno de Navarra sabía del yacimiento desde 2019, que es cuando comenzaron las obras en el subtramo Olite-Tafalla, que con casi 15 kilómetros forma parte del tramo Castejón-Campanas, los 70 kilómetros de la entrada sur de la infraestructura. El yacimiento se localizó en un punto muy concreto, el del corral de la Gariposa, en la margen derecha del sub-subtramo Tafalla sur-Tafalla, que tiene 7,1 kilómetros. Enterados la Administración y la constructora, se hizo un sondeo geológico bajo control arqueológico, un desbroce de 5.254 metros cuadrados y una serie de prospecciones magnéticas que sirvieron para acotar el yacimiento, con el que Príncipe de Viana subraya que Adif cumplió “las debidas medidas de protección”.

Romano, no vascón

Así se pudo determinar que el yacimiento era más grande de lo previsto: 9.068 metros cuadrados, de los que 3.000 están amurallados. Tiene un diseño casi octogonal, de planta trapezoidal, y en él se identifican particularidades del sistema defensivo y de las dependencias. Hay al menos una torre adosada al flanco oeste y una torre interior integrada en la muralla, y dos zonas claramente diferenciadas. Una norte, donde hay edificaciones –alguna de planta rectangular–, con pavimentos, enlosados y basamentos de piedra; y una sur, un área abierta sin construcciones internas.

Por su diseño, dicen los expertos de Príncipe de Viana, la fortificación se parece más a las que utilizaban las legiones romanas que a las de “los nativos vascones”. Algo que cuadra con la datación del lugar, que se enmarca en la época romana-tardo republicana –siglos II y I antes de Cristo– y que parece más un castellum, una fortificación de tamaño menor que un castro y diferente a los campamentos, muy documentados ya. Lo normal es que este tipo de yacimientos se estudien bien y no se conserven, porque las estructuras son muy endebles.

Valor “más elevado”

Pero el de la Gariposa es diferente por varias razones, y Príncipe de Viana indica que “tiene un valor patrimonial más elevado”. A diferencia de otros castellum, que se colocaban en un lugar estratégico y se desmontaban o destruían al poco tiempo, este era un campamento permanente. Da mucha información sobre la época de la conquista romana mediante un tipo de construcción bastante peculiar, y es el primero de este tipo documentado en Navarra. Por eso Navarra quiere, además de estudiarlo bien, conservarlo.

Ahora Adif hará firme su propuesta y Navarra tendrá que autorizarla desde el punto de vista de la conservación del patrimonio, aunque no se descarta que la modificación vaya a implicar otros permisos de otros departamentos.