Hace veinte años, el 21 de diciembre de 2002, al oscuro llegaba desde su casa familiar de Anglet a Elizondo, la no por esperada menos fatal noticia. Había fallecido Juan Juanito Eraso Olaetxea, el “padre” de la Agrupación Coral de Elizondo a la que llevó, desde un pueblo de poco más de millar y medio de habitantes, al nivel máximo del canto coral internacional.
Llevaba días apagándose la luz brillante del genio, vehemente carácter y el afán de superación que le significaron siempre. En julio y fiestas de Santiago Apóstol, se le vió retirarse de forma discreta a un salón interior del Casino, medalla de Hijo predilecto de Elizondo al cuello y la makila de honor en su mano izquierda, cosa rara en él que disfrutaba de sus coralistas, amigos y admiradores en el aperitivo, tras cantar en la Misa Mayor elizondarra.
Nace el 21 de febrero de 1914 en Areso, y apenas con unos días llega con sus padres a Elizondo. Aquí pasa su vida y desarrolla su extraordinaria actividad musical, si bien en diciembre de 1943 marcha a la Francia ocupada, a píe y por el monte, para casarse en Aldudes con el gran amor de su vida, Catherine Hiriart, y fijan su residencia en Anglet, aunque el maestro se desplaza casi a diario a Elizondo para dirigir a “su” coro y a Pamplona, para hacerlo con el Orfeón Pamplonés e impartir sus clases en el Conservatorio.
EL TENOR
Con 20 años gana el primer premio en el Concurso de Canto de Bizkaia, en el Teatro Buenos Aires de Bilbao rendido al joven tenor que logra “las más estruendosas ovaciones del público que llenaba la sala”. Tuvo cuatro maestros: Ángel de Trabadelo (marqués, por gracia del rey carlista Carlos VII), Ignacio Tabuyo, Cristóbal Altube y Lola Rodríguez Aragón, y siguió carrera en Madrid.
Allí trabaja con los célebres Ataulfo Argenta, el guitarrista Regino Sáinz de la Maza, destaca como tenor con gran éxito en Lisboa (1943), Cannes (1950) y Biarritz (1951), donde actúa y es felicitado en persona por los Duques de Windsor, pero finalmente abandona aquella “selva” plagada de “enchufes, celos y zancadillas” que le indignaban.
LA CORAL
En 1942 se forma la Coral de Elizondo que, bajo su dirección, canta la Salve la víspera de fiestas y al día siguiente, Santiago Apóstol, la Missa Choralis de Licinio Rèfice. El 4 de octubre, actúan en el Salón Parroquial, que el propio Eraso cierra como tenor solista e interpreta la Serenata de Murcia de K. Schindler. Su idea: “Reunir 60 voces del coro mixto y seleccionar a 30, sin perjuicio de que el resto nos acompañen cuando ellos quieran y sea necesario”.
Diez años después, obtienen dos primeros premios en el Eisteddfod International de Llangollen (Gales), concurso mundial de distintas modalidades musicales, doble galardón que luego nadie ha conseguido. Siguen los éxitos de Londres (en la BBC) y Roma, en cuya Capilla Sixtina recibe los plácemes de Domenico Bertolucci, nombrado Cardenal por Benedicto XVI y sucesor de Perossi: “Ya me puedo morir, nunca esperé semejante perfección en el canto”, le dirá entusiasmado a Eraso.
Tiene el aval de los grandes premios, reconocimientos de insignes directores (Georges Prêtre, Ataúlfo Argenta,...), la medalla del Ayuntamiento de París por memorables actuaciones con el Orfeón Pamplonés (1957) y la admiración de compositores como el Padre Donostia, Francisco Escudero o el P. José Ignacio Prieto.
ELIZONDARRA
En 1984, siendo alcalde Carlos Ciaurriz, se le nombra Hijo Predilecto de Elizondo y en 1992, en el cincuentenario de su Agrupación Coral, la Junta General con Patxi Oyarzabal en la alcaldía le nombra Hijo Adoptivo y Predilecto de Baztán. Elizondarra hasta el fondo de su alma (pidió ser enterrado, ni panteón ni sepultura “para sentir el abrazo de la tierra de Elizondo”) ocupó la alcaldía (1947) que defendió y honró hasta dimitir frente al centralismo municipal.
Disfrutaba con sus coralistas, fue exigente y severo al extremo seguro de sus posibilidades, Preguntado cómo le gustaría ser recordado, dijo sencillamente que “como un chico de Elizondo”. De su época de tenor, en Internet están las grabaciones de 1937 Lloraba la niña (García Lehoz) y el fragmento Yo tengo la noche y día de El pleito de Joaquín Gaztambide y con Ángel Trabadello al piano. Este viernes se oficiará una misa (19.30 horas) por el “chico de Elizondo” y su esposa.