Este año la escuela pública de Berriozar sopla 100 velas. Y como no cualquiera cumple un siglo, de cara a las fiestas que comenzarán el próximo 31 de agosto, el Ayuntamiento ha decidido regalar la oportunidad de lanzar el cohete a las seis direcciones de los centros educativos públicos de la localidad.
Nerea Urtasun lleva 14 años trabajando en Berriozar. La directora de Mendialdea I confiesa estar emocionada: “llevo muchos años, mis peques también fueron a la escuela infantil de Berriozar. Cuando me llamaron se me hizo un bolo en el estómago”. Define la red de escuelas públicas como “un chollo. Es un caramelo para la población. Tiene un montón de servicios”. Asegura que “se trabaja fuerte y se está muy implicado en las escuelas. En nuestro caso tenemos familias de distintas circunstancias y hay mucha implicación emocional. Vamos bastante más allá de lo que te tocaría como profe o tutor”.
Aunque vive en Buztintxuri, siente una fuerte unión con las fiestas del pueblo: “Venimos desde que mis hijos son pequeños. Hemos estado años dando vueltas con los gigantes de Berriozar en las calles”. Este año, confiesa, “el chupinazo va a ser especial”, sobre todo por la ilusión de sus hijos. Relata la emoción que le provoca encontrarse a sus alumnos en fiestas: “Me gusta mucho venir porque veo a los peques del cole. Vas a las barracas y te encuentras con los mayores que les has dado clase”. “Esa imagen la tengo grabada” dice recordando la vez en la que se montó en la olla loca con sus antiguos alumnos.
Patricia Aizpun también lleva 14 años trabajando en Berriozar, y se incorporó a la dirección de Mendialdea II en 2021: “Tenemos un proyecto educativo muy afianzado y unos pilares muy claros. Somos una escuela coeducativa, sostenible, inclusiva y de modelo D. El euskera es nuestro gran objetivo”. Agradece al Ayuntamiento la oportunidad y el gesto: “Siempre nos ha apoyado mucho. Se implican por impulsar la escuela pública, que es un logro y un tesoro que tiene el pueblo”.
Cree que el día del chupinazo “puede ser muy especial para, en un ambiente festivo, reconocer la labor de toda la gente que ha estado trabajando estos 100 años. Tanto las familias, la administración, todos los trabajadores y trabajadoras, el profesorado y sobre todo el alumnado, que son nuestro futuro”. Considera que el centenario ha supuesto “un reto. Es algo para estar orgullosos. La escuela le da vida al pueblo y el pueblo le da vida a la escuela. Tiene que ser todo uno”. Define Berriozar como un pueblo “trabajador que todo lo que tiene es porque se lo ha ganado”.
Leire Arrieta, directora del Instituto de Secundaria Berriozar, considera esta oportunidad un reconocimiento: “Hemos pasado tres o cuatro años bastante duros y todo el mundo ha estado bastante tenso. La pandemia ha sido muy complicada. Ha tenido muchas cosas malas pero también nos ha ayudado a mejorar. Al final, la necesidad te hace progresar y aprender”. Por ello, lanzar el chupinazo “es un premio”. Para ella “lo importante es el trabajo del día a día. Con el Ayuntamiento tenemos mucha suerte. Hay un trabajo común que es real. Hay una coordinación con todas las entidades que trabajan en Berriozar, que nos conocemos y nos ayudamos mutuamente. Eso es muy importante. Si algo tengo que destacar de la educación pública de “este pueblo es que intentamos mejorarla y además intentamos hacerlo en común”. Considera que “la educación pública de calidad es lo que hace que luego la ciudadanía sea respetuosa”.
“ "La educación pública de calidad es lo que luego hace que la ciudadanía sea respetuosa" Leire Arrieta - Directora del insitituto de Berriozar ”
Entre la variedad de servicios, se encuentra la Escuela de Música Francisco Casanova. Eneko Anaut explica que es un privilegio disponer de “una educación musical de calidad que no sea solo para txikis, también para personas de 60, 70 años”. Lo que la hace especial es “esa diversidad y esa interconexión entre diferentes edades”. Aunque vive en Pamplona, lleva seis años trabajando en el pueblo. Admite no haber disfrutado en exceso de las fiestas por su condición de músico: “Me suelen pillar tocando por ahí. Pero tengo la suerte de haber creado aquí una txaranga que tiene un convenio con el Ayuntamiento y son gente de Berriozar, entonces me siento parte de las fiestas”. Recalca “el trabajo con el Ayuntamiento y con las demás redes públicas. De hecho, al lado tenemos el Gaztegune y ahora están utilizando la escuela de música para hacer sus campamentos”.
Su secretario y formador, Xabi Gallo, considera que esa variedad “es poner en valor la escuela pública en el ámbito no formal, que tiene su importancia dentro de la red pública”. Saioa Murillo y Ainhoa García son antiguas alumnas de Mendialdea y de la escuela municipal de tiempo libre y actualmente trabajan junto a Xabi de los campamentos urbanos. Las jóvenes han podido experimentar todo lo que engloba esta red: “Nosotras lo hemos vivido como un proceso muy bonito desde Mendialdea hasta llegar a la escuela de ocio y tiempo libre y habernos formado ahí”. Sobre los 100 años de trayectoria, explica Xabi: “Es un camino muy largo el que se ha recorrido y demuestra que esto ha hecho pueblo en el ámbito educativo y en el de la formación. Durante el curso nos vemos y nos encontramos en un montón de coordinaciones, actos y formaciones. Ahí es donde se ve realmente que hay una red de conexiones de escuelas, pero también comunitaria”.
El programa festivo
El Ayuntamiento ha presentado este miércoles el programa de fiestas 2022 y la campaña en contra de la violencia sexista. El alcalde de la localidad, Raúl Maiza, ha explicado que la participación “es la base de nuestro día a día y por eso el programa se ha desarrollado en el seno de la comisión de cultura y ha contado con las aportaciones de los numerosos colectivos del pueblo, las peñas y representantes políticos”. El presupuesto de este año se ha incrementado en 15.000 euros y asciende a aproximadamente 110.000 euros. Un año más, con la música como la gran protagonista, ha apuntado Maiza.