En el mundo del motor el inicio del año es sinónimo de arena y mucho calor. Es cuando el desierto y sus condiciones extremas ponen al límite a la máquina y al piloto. Es la hora del Dakar. Esa prueba que las grandes escuderías sueñan con conquistar y que también tiene su hueco para aventureros más humildes que acuden solo con el mero reto de terminar. Muchas carreras dentro de una misma cita. Arabia Saudí volverá a ser protagonista en esta segunda edición, que arranca mañana sábado en Jeddah con un prologo de 19 kilómetros de especial y que constará de doce etapas hasta llegar el día 14 de enero a la misma localidad de la salida. La organización, tratando de recuperar el espíritu de los dakares africanos, decidió acudir al país árabe y parece que ha sido un acierto. Aunque el Dakar no solo es la aventura y la mirada al pasado, también apunta al futuro y vehículos de última generación hacen su acto de presencia para proponer cada año una nueva revolución tecnológica.
El principal protagonista de esta edición es el Audi RS Q e-tron, el primer coche de impulsión exclusivamente eléctrica que aspira a ganar el Dakar. Las expectativas son altas con respecto al vehículo pilotado por Stephane Peterhansel y Carlos Sainz, pero su rendimiento es una incógnita y todavía no es seguro ni si tendrá la capacidad de terminar. Por ello, Toyota, con su armada encabezada por Nasser Al Attiyah, se presenta como el principal favorito, sin descartar a los Prodrive, que con Sebastien Loeb como principal referente quieren aprovechar las modificaciones realizadas en el reglamento para dar la sorpresa.
En motos, la tradición de los años anteriores se mantiene en cierta medida. KTM y Honda protagonizarán el principal duelo. Los japoneses acabaron con la hegemonía de 18 años de sus rivales en la pasada edición y la marca austriaca se ha vengado fichando al vencedor de la pasada edición, Kevin Benavides, y también cuenta con dos ganadores del Dakar como Matthias Walkner y Toby Price. La armada de Honda estará liderada por Ricky Brabec y Pablo Quintanilla, uno de los veteranos de esta prueba que al fin logra una montura con la que poder pelear seriamente por la victoria.