Un divorcio anunciado

Alberto Guzmán llega como cada sábado con la crónica social de la semana. Hoy nos habla de la "rajada" de Jorge Javier Vazquez, que ha admitido lo que muchos afirmaban: su relación con Paz Padilla es inexistente. 

Además, hablaremos del nuevo programa en Cuatro de Carmen Porter y de la reaparición de Charlene, que cobrará un dineral por seguir ejerciendo de esposa oficial de Alberto de Mónaco. ¿Quieres saber cuanto ingresará anualmente?

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Ni tregua, ni paz

Nunca un despido 'telecinquero' dio tanto que hablar. Cinco meses después de que la bocachanclas de Paz Padilla cavara su propia tumba televisiva al frivolizar sobre el coronavirus, ante el asombro de María del Monte y Anne Igartiburu, su marcha sigue generando polémica. Tanto que, haciendo gala de su sinceridad, Jorge Javier Vázquez se ha pronunciado sobre el cese de su ex compañera. Y para nada ha sido parco en palabras.

'Futura'

Señoras, señores, es quizá la mujer más intrigante, divertida y misteriosa de la televisión. La persona que, en un cada vez menor segundo plano, ha logrado eclipsar con el paso de los años al mismísimo rey del enigma (y también su propio marido en la vida real). Aunque juntos, todo sea dicho, conforman un tándem perfecto y sincronizado: los Jiménez-Porter. Es también la periodista con más clubs de fans en redes sociales y una escritora todoterreno con cuatro libros ya publicados. A resaltar La Iglesia y sus demonios, editado en el año 2005. Por ello Carmen Porter se ha ganado su propio programa, Futura, que arrancó la pasada semana dirigido y conducido por ella misma. Un interesante formato que aborda las últimas novedades en ciencia y tecnología, pero con ese sello suyo tan personal. El mismo que adopta cuando narra uno de los episodios más dramáticos de su vida: de pequeña, con solo dos años, intentaron secuestrarla cuando iba con su madre embarazada por la calle Goya de Madrid. Un hombre la cogió de la silla y se la llevó corriendo, y solo gracias a dos chicos jóvenes, que oyeron los gritos y lo persiguieron, la lanzó y se dio a la fuga.

Los ojos tristes de Charlene

Ni ríe, ni siente, ni padece. Resulta paradójico que la princesa de un principado diseñado desde los tiempos de Grace Kelly para el disfrute de todos los placeres humanos sea tan infeliz. Se muestre tan mísera y desdichada entre tanta confortabilidad, lujo y belleza. Pero así es la vida. El dinero, aunque ayuda, nunca ha garantizado la fortuna. Y la sudafricana, que al parecer ha llegado a un acuerdo económico con Alberto de Mónaco, es el más compungido ejemplo de ello.