Vida y estilo

Un doctor explica los errores más frecuentes que cometemos con las toallas del baño

Estos elementos esenciales en nuestra rutina diaria y que están en contacto directo con nuestra piel pueden acumular humedad, células muertas y microorganismos debido al uso diario
Toallas en el baño. / Freepik

Las toallas son indispensables en nuestra rutina diaria. Las utilizamos al salir de la ducha, para secarnos las manos y la cara. Sin embargo, en ocasiones, pasamos por alto las recomendaciones específicas en cuanto al mantenimiento de estas y la frecuencia de lavado.

El Dr. Manuel Viso, un médico comprometido con la educación en salud, ha utilizado su plataforma de Instagram para compartir información vital sobre el cuidado de las toallas. A través de un reciente vídeo, el doctor expone varios errores comunes que la gente comete al usar y mantener sus toallas, resaltando la importancia de la limpieza y el cuidado de estos artículos que están en contacto directo con nuestra piel.

La importancia de lavar las toallas regularmente

Uno de los principales puntos que el Dr. Viso enfatiza es la frecuencia con la que se deben lavar las toallas. De acuerdo con sus recomendaciones, las toallas de baño no deben utilizarse más de 2 a 3 veces. Sin embargo, en climas húmedos, sugiere limitarlas a un máximo de dos usos. En el caso de las toallas empleadas para el cuidado facial diario, este uso debería restringirse a una única vez. Esta advertencia se basa en la acumulación de humedad, piel muerta y microorganismos que se producen con el uso diario. Por lo tanto, es esencial mantener una frecuencia y recomendaciones de lavado que garanticen la eliminación de estos elementos.

Además, el hecho de no lavar las toallas con la frecuencia adecuada puede contribuir a la proliferación de bacterias dañinas, lo que puede llevar a problemas de salud más serios. La exposición continua a estas bacterias puede resultar en infecciones cutáneas, alergias o problemas respiratorios, especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos. Por eso, el Dr. Viso insiste en que el simple acto de cambiar las toallas con regularidad puede marcar una gran diferencia en la salud general de una persona.

La temperatura adecuada para el lavado

El doctor también se refiere a la temperatura a la que se deben lavar las toallas. La recomendación es que se utilicen ciclos de lavado a 60°C o más, especialmente para aquellas toallas que son utilizadas frecuentemente o por personas con piel sensible o sistemas inmunológicos comprometidos. Las temperaturas más altas son cruciales para eliminar microorganismos y ácaros que pueden estar presentes en las fibras. Al lavar a 60°C, se destruyen la mayoría de las bacterias y gérmenes que podrían haber sobrevivido a lavados a temperaturas más bajas.

Este enfoque no solo es efectivo para la limpieza, sino que también ayuda a mantener la frescura de las toallas, eliminando olores desagradables que pueden acumularse con el tiempo. Además, el Dr. Viso recomienda prestar atención a la etiqueta de las toallas, ya que algunas pueden tener instrucciones específicas sobre el lavado que deben seguirse para preservar su calidad. Ignorar estas pautas puede no solo reducir la eficacia de la limpieza, sino también acortar la vida útil de las toallas.

Mano de una chica selecciona la temperatura y el programa de lavado de la lavadora. Freepik

La elección del detergente

Otro aspecto que resalta el Dr. Viso es la importancia de seleccionar el detergente adecuado. Si es posible, recomienda el uso de un detergente antibacteriano, especialmente para las toallas que han estado muy húmedas. Un buen detergente no solo elimina la suciedad visible, sino que también penetra en las fibras para atacar a los gérmenes que pueden haberse aferrado a ellas. Esto es especialmente relevante para las toallas de baño, que están en contacto directo con áreas del cuerpo donde la piel es más vulnerable a infecciones.

Asimismo, el Dr. Viso aconseja evitar suavizantes, ya que aunque estos productos pueden hacer que las toallas se sientan más suaves, también pueden crear una película en las fibras que disminuye su capacidad de absorción. Este fenómeno es crucial, ya que la efectividad de una toalla depende en gran medida de su capacidad para absorber la humedad. Las toallas que no absorben bien pueden ser ineficaces y requerir más tiempo para secarse, lo que aumenta el riesgo de acumulación de bacterias.

Detergente para la lavadora Freepik

La técnica de secado

La manera en que se secan las toallas también es crucial para su mantenimiento. El Dr. Viso sugiere que, después de cada uso, las toallas deben secarse completamente. Si no es posible colgarlas en un lugar ventilado, el uso de una secadora puede ser una solución efectiva. La humedad residual en las toallas puede favorecer la proliferación de bacterias, como Escherichia coli y levaduras como Candida albicans, que pueden resultar perjudiciales para la salud. Esto es especialmente importante en climas cálidos y húmedos, donde las condiciones son ideales para el crecimiento de microorganismos.

Además, el doctor advierte sobre la práctica de dejar las toallas en un lugar cerrado y húmedo, como un baño sin ventilación adecuada. Esta práctica puede contribuir a la acumulación de moho y hongos, lo que no solo afecta la calidad de las toallas, sino que también puede desencadenar problemas de salud, como alergias o problemas respiratorios.

Toallas tendidas al aire libre para que se sequen adecuadamente y eliminar toda la humedad. Freepik

Cuidado adicional con productos naturales

El Dr. Viso sugiere que, de vez en cuando, se incluya un ciclo de desinfección en el lavado. Esto se puede lograr añadiendo una taza de vinagre blanco o bicarbonato de sodio al ciclo de lavado. Estos ingredientes naturales no solo ayudan a eliminar malos olores, sino que también pueden descomponer bacterias y residuos de jabón. Esta técnica es especialmente útil para las toallas que se utilizan frecuentemente, ya que las propiedades antibacterianas de estos productos pueden complementar la acción del detergente.

La duración de las toallas

Aunque el cuidado de las toallas sea adecuado, el Dr. Viso también advierte sobre la importancia de sustituirlas periódicamente. En general, se recomienda cambiar las toallas cada 1 o 2 años. Con el tiempo, las fibras pierden su capacidad para absorber y retener agua, además de acumular bacterias que pueden afectar la salud. Esta reducción en la eficacia de las toallas puede hacer que se necesiten más usos para secarse adecuadamente, lo que a su vez incrementa la probabilidad de irritaciones cutáneas o infecciones.

Toallas dobladas en el baño. Freepik

Uso exclusivo de las toallas

Finalmente, el Dr. Viso subraya un consejo fundamental: cada persona debe tener su propia toalla. Compartir toallas puede facilitar la transferencia de microorganismos que pueden causar infecciones en la piel o problemas respiratorios. Este punto es especialmente relevante en familias con niños pequeños o en situaciones donde se comparte un baño. El uso exclusivo de las toallas ayuda a limitar la exposición a bacterias y otros patógenos, protegiendo así la salud de cada individuo.

25/02/2025