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“Un equipo en Primera Nacional estaría bien para que el balonmano acabe de explotar en Vitoria”

La liga Asobal de balonmano cuenta con un alavés en la élite. Pablo Larrumbide estuvo ayer en el centro de las miradas en las jornadas de tecnificación organizadas por Corazonistas
Pablo Larrumbide en las jornadas de tecnificación organizadas por Corazonistas

El vitoriano, que ejerce desde noviembre de 2020 como segundo entrenador del Granollers, un histórico del balonmano estatal con el que también disputa competición europea, se encuentra estos días en casa. Eso sí, ni siquiera en sus vacaciones desconecta de su gran pasión.

¿Cómo ha sido su regreso a Vitoria?

–Hace unos días que llegué y todavía no me ha dado mucho tiempo de pasear por la ciudad. Estoy con muchas ganas de descansar un poco. Hemos tenido una primera vuelta muy dura, con muchos viajes y varios días fuera de casa y no he tenido tiempo de volver a Vitoria prácticamente desde junio o julio. Así que con ganas de descansar y desconectar por aquí.

¿Qué espera de estas jornadas?

–A mí me hace mucha ilusión volver, en especial a Coras porque la verdad es que los últimos años por la pandemia y por diferentes compromisos no he podido visitarlos. Me ilusiona volver al sitio donde empecé a jugar y reencontrarme con viejos amigos.

“Un equipo en Primera Nacional estaría bien para que el balonmano acabe de explotar en Vitoria” 2 Walter Lerch

Cuando echa la mirada hacia atrás, ¿qué se le viene a la cabeza?

–Es algo que tengo muy presente. Al final, la ilusión por el balonmano me la metieron en Coras y tengo muchos amigos que son jugadores de mi equipo de cuando jugaba en la base. Entonces, cuando vengo a Vitoria quedo con ellos y recordamos momentos. Es verdad que me acuerdo de la ilusión que tenía por el balonmano y veía muy lejos todo esto. Poder estar en la Liga Asobal es un sueño que he podido cumplir, pero los amigos y la ilusión también es algo que tengo muy presente y que me inculcaron aquí.

¿Cómo ha llegado en tan poco tiempo hasta la Asobal?

–Han sido pasos muy pequeños y apenas te vas dando cuenta. Mis estudios que están relacionados con la preparación física y con el deporte me han facilitado y me han abierto puertas. Además, haber estudiado en León, que es una ciudad de balonmano, me acercó mucho al balonmano profesional. Luego, una pizca de suerte de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno acabó de ayudar.

Si tuviera que decir una persona clave de su carrera, ¿quién sería?

–Es complicado porque he pasado por muchos sitios y todo el mundo es importante. Por un lado, mis entrenadores en Coras, que tuve diferentes y muy buenos y sin ellos no hubiera podido estar aquí. En cuanto al más reciente, está Antonio Rama que es el primer entrenador del Granollers y me dio la oportunidad de ser su segundo. Le estoy muy agradecido.

¿Cómo es su día a día en Granollers?

–Es duro, y más ahora que tenemos doble competición jugando en Europa. En los entrenamientos estoy ayudando al primer entrenador y también como preparador físico, lo que me hace dedicarle más tiempo fuera de la pista que en los partidos. Más o menos son dos o tres días a la semana. A esto se suma la preparación de los partidos, ya que al tener tantos cada semana, es uno de los gruesos del trabajo, el análisis y la preparación. Mucha gente ve el trabajo de pista, pero el duro es el que está detrás.

¿Tiene algún sueño, como por ejemplo, ser primer entrenador?

–Lo de ser segundo entrenador tan joven me lo he encontrado muy rápido. Tenía 29 años cuando me ofrecieron el puesto y yo no contaba con eso. Todavía me estoy adaptando, conociendo mi puesto y aterrizando en lo que para mí es un sueño, es decir, compartir pista con jugadores profesionales y jugar contra gente importante. Por lo tanto, a medio-largo plazo no lo sé, quiero ir poco a poco. De momento, este año hemos conseguido jugar Europa y a ver si la temporada que viene damos un paso más.

¿Cómo ve la Liga Asobal?

–Ahora mismo el Barcelona está muy por encima en cuanto a presupuesto y plantilla. Esta primera vuelta hemos conseguido quedar segundos y estamos a tan solo cuatro puntos de ellos, pero sí es verdad que en una competición tan larga es difícil pillarles porque tú vas a pinchar en algún instante. Sí que esperamos que en algún momento, como la Copa del Rey o la Asobal, podamos cogerles en su día malo y conseguir ganarles.

Pablo Larrumbide en las jornadas de tecnificación organizadas por Corazonistas Jorge Muñoz

¿Una liga con tanta superioridad por parte del Barcelona es positivo?

–No. Es verdad que en Europa pasa en más ligas y se le está dando mucha importancia a las competiciones europeas como en otros deportes. Esa igualdad la tienes en la Champions League. En la Asobal, obviamente todos queremos que esté el Barça en la competición. Una solución no es que no esté o que baje el nivel, pero sí que estaría bien que salieran dos o tres proyectos que pudieran competir.

¿Qué le falta a Vitoria para terminar de explotar definitivamente como tierra de balonmano?

–Vitoria es un sitio complicado porque, aunque el balonmano triunfa en ciudades pequeñas como León, Irún o Granollers, tiene el baloncesto y equipo de Segunda de fútbol. Eso hace que sea un mercado difícil para el balonmano. Aun así creo que hace falta algún núcleo más de balonmano y quizá un equipo en Primera nacional masculino o en División de Honor plata femenino estaría bien.

¿Qué le diría a alguien que está comenzando en su deporte?

–Que se lo pase muy bien, que eso es muy importante. Si es su pasión, que trabaje. Es posible que no encuentre recompensa a corto plazo, pero si es algo que tiene como objetivo poco a poco puede que llegue la oportunidad.

Respecto a sus inicios, ¿ha visto alguna diferencia en el balonmano?

–Para peor he visto que hay menos equipos, menos núcleos. Es importante que salgan más clubes. Para mejor, en Coras por ejemplo, han sacado una rama femenina y cuando yo me fui no había. Es necesario que se apueste por el balonmano femenino y que haya en chicos y chicas. En este aspecto se ha dado un paso adelante.

El día de mañana, ¿dónde se ve?

–Ahora no lo sé. A mí me gustaría estar cerca del balonmano, pero también soy consciente de que soy un privilegiado y que esto no es para siempre. Entonces, sí que me gustaría estar ligado dentro de unos años y seguir teniendo esta oportunidad.

Pablo Larrumbide en las jornadas de tecnificación organizadas por Corazonistas Jorge Muñoz

¿Cómo se produjo su cambio a los banquillos?

–Yo jugaba a balonmano de manera amateur en León con mis amigos a los 19-20 años. Tenía que hacer las prácticas de INEF y en ese momento empecé a entrenar un equipo femenino, unas infantiles. De ahí, lo demás se dio de forma muy natural. El siguiente año entrené a cadetes, luego juveniles y ya me cambié a Barcelona por estudios y trabajo. Al final, siempre he estado ligado a este deporte. Ha sido un proceso muy natural, conseguido pasito a pasito hasta llegar a Granollers, una de las mejores canteras de España. Es el club donde más años llevo, siete en total, y al cuarto ya me dieron la oportunidad de ser segundo entrenador.

¿Cuál ha sido su mejor y peor momento en este deporte?

–El mejor fue, sin duda, en Granollers como entrenador en 2019. Fuimos campeones de la Minicopa y del campeonato de España con el equipo cadete. Conservo con mucho cariño esa temporada. No sabría decir cuál ha sido mi peor momento, pero sí que recuerdo el primer año como segundo entrenador que cogí el cargo con mucha ilusión para debutar en Logroño y por temas de covid tuvimos casos positivos en el equipo y nos debimos volver a casa para estar diez días confinados. Ese fue mi debut y recuerdo que no fue de la mejor manera.

28/12/2022