Euskadi afrontará las "turbulencias planetarias" económicas y sociales que se avecinan con el escudo de un presupuesto muy centrado como es habitual en el gasto social pero que saca todavía más punta a la generación de empleo y el impulso de la economía. Las políticas sociales vuelven a llevarse la parte del león en las Cuentas Públicas de 2023. Dentro de un gasto récord de más de 14.250 millones de euros, el 76% está destinado a cuestiones como Sanidad y Educación, así como al resto de ingredientes del Estado de Bienestar vasco. El volumen de gasto aumenta así un 8,7%.
En esta ocasión, los otros dos grandes departamentos en cuanto a volumen de gasto, Trabajo y Empleo y Desarrollo Económico, registrarán un incremento superior a la media precisamente para evitar que el frenazo de la economía del próximo año derive en una crisis. Hay recursos propios -las haciendas forales vascas están a punto de batir su récord de recaudación-, fondos procedentes de Europa y un margen de endeudamiento ganado a pulso con años de gestión financiera.
Todo ello permite diseñar unos presupuestos con "mimbres sólidos" para salir del bache. Así lo ha destacado el consejero Pedro Azpiazu hace unos minutos en la presentación del proyecto.
Más allá de la protección social, el gasto en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) crecerá el próximo año un 12%, el doble del compromiso del 6% adquirido por el lehendakari para la legislatura por segundo año consecutivo. La inversión pública superará por su parte los 1.800 millones de euros, casi un 15% más que este año.
Otra de las novedades del proyecto de Presupuestos es que incluyen por primera vez fondos procedentes de Europa. En concreto son 260 millones de euros que se corresponden a actuaciones que los departamentos han de materializar para cumplir los compromisos asumidos con Europa.