Un Guardia Civil destinado en Navarra interviene en un accidente con 4 muertos en Granada

La Guardia Civil baraja una velocidad inadecuada como la causa del accidente registrado este sábado en la A-92 a su paso por Moraleda de Zafayona (Granada), un siniestro con cuatro fallecidos y un herido del que alertó un agente de Navarra que se encargó de sacar del coche al único superviviente.

Según han informado a EFE fuentes de este cuerpo armado, que se ha hecho cargo de la investigación, el accidente tuvo lugar a las 0:25 horas de este sábado, momento en el que un turismo que viajaba en dirección a Granada se salió de la vía.

Lo hizo a la altura del kilómetro 215 de la A-92, en Moraleda de Zafayona (Granada), y chocó contra uno de los pilares del puente de la carretera que va a Fuensanta.

Los primeros indicios apuntan a que el accidente se produjo porque el vehículo circulaba a una "velocidad inadecuada".

En el siniestro han fallecido cuatro personas y una quinta ha resultado herida de gravedad.

De momento han sido identificados uno de los fallecidos, un joven de 23 años, y el único superviviente, un hombre de 39 años, ambos de origen colombiano que residen en Gójar, municipio del área metropolitana de Granada.

El alertante, un agente de Navarra

Las mismas fuentes han precisado que un agente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Navarra que se encontraba de vacaciones y que circulaba por la A92, al pasar por un carril de incorporación, observó un paragolpes en el arcén derecho que le hizo sospechar, ya que todos los objetos se eliminar de la calzada después de un accidente.

El agente abandonó entonces la autovía en la primera salida y dio la vuelta, para volver al punto de inicio y recorrerlo esta vez a baja velocidad, con los cuatro intermitentes puestos y las largas, hasta que encontró el vehículo accidentado.

Paró unos metros antes y acudió al auxilio de los ocupantes, aunque el único que estaba consciente era el herido, sentado junto al conductor, y al que logró sacar del vehículo, del que salía humo.

Ante el riesgo de cualquier explosión, el agente sacó al herido del turismo y lo colocó en posición de seguridad, además de alertar al 112 y a los bomberos para solicitar ayuda.

Aunque trató después de ayudar al resto de ocupantes del turismo siniestrado, ya no les encontró constantes vitales.