Las altas temperaturas de estos días han provocado que las terrazas de Vitoria estén a rebosar, sobre toda por las tardes.
Muchos bares de la capital alavesa ven cómo desde primera hora de la tarde y los fines de semana las mesas que ponen en el exterior de sus locales están completas.
Las terrazas se llenan de gente con la llegada del buen tiempo en Vitoria y los hosteleros tienen que aprovechar al máximo esta temporada.
Sin embargo, hay un caso que está llamando mucho la atención de los vecinos de un barrio de Vitoria. Tal y como han explicado a DNA, "es increíble el esfuerzo diario que hacen estos hosteleros para poder poner la terraza".
Hablamos de Coronación. Y es que la calle Aldabe y la plaza de la Ciudadela tendrán un nuevo aspecto este año 2023. Se convertirá en una zona de la capital alavesa moderna y espaciosa pensada más para los transeúntes que para los coches (las plazas de aparcamiento desaparecerán).
Tras meses de obras que comenzaron a principios de octubre, la reforma integral dejará la calle Aldabe como un nuevo eje para los peatones.
Sin embargo, estas obras han trastocado notablemente la vida del barrio.
El ruido de la maquinaria desde primera hora de la mañana, las vallas y el polvo, mucho polvo, se han convertido en un problema que tanto los pequeños negocios a pie de calle como los propios vecinos tienen que soportar a diario.
Incluidos los bares. Uno de ellos es el mítico Ambigú, que volvió a reabrir sus puertas el pasado mes de enero. Se encuentra situado precisamente en la Plaza de la Ciudadela (en plenas obras de reforma) del barrio de Coronación, junto a las calles Aldabe y Domingo Beltrán.
Una plaza que actualmente está llena de vallas, maquinaria y trabajadores desde primera hora.
"Cada semana la calle va cambiando, hoy te encuentras una valla aquí, y mañana igual la han movido de sitio y han abierto otro paso para los peatones, es un lío desde hace meses", explican vecinos de Domingo Beltrán.
Sin embargo, tal y como han contando los vecinos de esta zona, "los dueños de este bar se esfuerzan por poner la terraza, y tienen que ir adaptándose según vayan las obras y según se coloquen las vallas".
Tal es así que tienen que hacer "un auténtico tetris" cada día para ofrecer el servicio de terraza, eso sí, un esfuerzo que agradecen enormemente los clientes.