La altísima participación, la climatología más que favorable y el inmejorable ambiente han hecho del Inauteriak 2023 una edición memorable. Las y los tolosarras quemaron ayer los últimos cartuchos de un Carnaval para enmarcar, sin altercados reseñables y con las nuevas generaciones de jóvenes totalmente volcadas en la fiesta. Ya queda menos para el Carnaval de 2024, que se celebrará del 8 al 13 de febrero.
Uno de los momentos destacados de Asteartita fue el alarde de txarangas que tuvo lugar este año en la plaza Euskal Herria con la participación de las txarangas Urdiña Txiki, San Esteban, Aiz Orratz-Veleta y Sukalde. El acto, que congrega todos los años a numeroso público, lució en todo su esplendor en esta nueva ubicación, todo hace indicar que provisional. Los músicos interpretaron las piezas Galtzaundi, Idiyarena, Molinatxo y Troika, que sonaron como nunca bajo el cielo radiante de Asteartita.
El encuentro, siempre especial para las y los tolosarras, sirvió también para rendir un pequeño homenaje a Arturo Vicente, músico y fundador de la txaranga San Esteban, fallecido hace apenas dos meses. Su hermano y su sobrina recibieron un ramo de flores al término de la actuación de manos del director de la txaranga, Ramón Zubeldia.
Pero la última jornada del Inauteriak tolosarra dio para mucho más. No faltaron los bailes y coreografías en San Francisco y Rondilla, y los “monigotes” volvieron a bailar como lo hicieron el domingo. El público se desternilló con Ignacio Alfonso Pela, siempre provocador y políticamente incorrecto, que invitaba a la gente a adivinar si los jueces del Tribunal Constitucional eran progresistas o conservadores, todo ello sazonado con su particular ironía. La comitiva del funeral de Isabel II volvió a recorrer las calles de la villa y en la plaza Euskal Herria una comparsa reivindicaba la “chozna de los mayores”. Humor en clave tolosarra, que regresará “como terapia necesaria” el próximo año.