Si hay una bebida típica vasca conocida tanto dentro como fuera de nuestra tierra, esa es, sin duda alguna, el kalimotxo. A pesar de que su elaboración es bastante sencilla, lo cierto es que puede resultar mucho más complejo de lo que parece, pues los ingredientes y cantidades juegan un papel fundamental en ello.
Para salir de dudas, el influencer gastronómico y cultural alavés Iñaki Ibaibarriaga, más conocido en redes sociales bajo el nombre de ‘Guk Green’, nos revela las claves para preparar el kalimotxo perfecto en uno de sus recientes vídeos.
Así se hace el kalimotxo ideal
En una publicación reciente de Instagram, Guk Green nos destapa el secreto mejor guardado para lograr el kalimotxo definitivo. Según detalla este creador de contenido, elaborar la bebida más vasca del mundo es algo muy “divertido”.
Primero y antes que nada, los ingredientes que necesitaremos para preparar esta bebida serán los siguientes: limón, hielo, Coca-Cola y, cómo no, vino local y de categoría: nada más y nada menos que uno elaborado en la Rioja Alavesa.
El paso inicial es llenar el vaso con dos hielos como mínimo, dependiendo del tamaño del vaso, con la idea de que la bebida se mantenga lo más fresca posible. A continuación, añadimos una pequeña rodaja de limón para darle ese toque cítrico y ácido.
Después, lo que tenemos que hacer es echar vino hasta la mitad del vaso aproximadamente. Acto seguido, le echamos la Coca-Cola hasta llenarlo, pero sin pasarnos. Eso sí, manteniendo en todo momento las proporciones 50-50 para equilibrar el sabor.
Historia del kalimotxo
El kalimotxo es una bebida muy famosa en la cultura y sociedad vasca. Se trata de una elaboración que mezcla vino tinto con Coca-Cola. Su historia es curiosa y está envuelta en anécdotas que la han convertido en un símbolo de diversión en ambientes festivos.
Su origen
El origen del kalimotxo se remonta a las fiestas populares del Puerto Viejo de Algorta (Getxo) en 1972. Según la versión más aceptada, un grupo de jóvenes de la cuadrilla Antzarrak estaba organizando una fiesta cuando se dieron cuenta de que el vino que habían comprado para el evento estaba en mal estado.
Para no desperdiciar el vino y evitar perder dinero, decidieron mezclarlo con refresco de cola para enmascarar el mal sabor. La mezcla resultó ser un éxito entre los presentes y se popularizó muy rápidamente
El nombre "kalimotxo" tiene su propia historia. Se cuenta que fue acuñado en esa misma fiesta, donde dos de los jóvenes, apodados “Kalimero” y “Motxo”, combinaron sus apodos para bautizar la bebida.
Durante las décadas de 1980 y 1990, se convirtió en una bebida icónica entre la juventud, sobre todo en fiestas populares, como en las txosnas y en botellones.
Evolución y expansión
A lo largo de los años, el kalimotxo se ha extendido más allá de Euskadi, convirtiéndose en una bebida común entre los jóvenes. Su sencillez y la facilidad con la que se puede preparar han contribuido a su popularidad.
Culturalmente, el kalimotxo representa la improvisación y la capacidad de convertir algo común en algo especial. Aunque en sus inicios era visto como una bebida de baja categoría debido a la mezcla de ingredientes, con el tiempo ha ganado un lugar especial en las celebraciones y fiestas.
Aunque la receta original del kalimotxo es muy simple —mitad vino tinto y mitad refresco de cola—, existen adaptaciones y variaciones. En algunas regiones, se le añade una rodaja de limón o se utilizan diferentes tipos de vino o refrescos. Incluso en otros países se ha experimentado con la receta, adaptándola a los gustos locales. Por ejemplo, en Chile existe una versión llamada "jote", que mezcla vino con Coca-Cola o Fanta.