Cerca de 1.200 euros, IVA incluido, le ha costado al Ayuntamiento de Trapagaran la revisión del vehículo de la policía local en el que se intoxicaron dos agentes mientras patrullaban por el municipio minero. Un suceso que llevó al sindicato ESAN, mayoritario en la policía, a calificar de "negligencia total" y de "abandono" al que está sometida la Policía Municipal de Trapagaran por parte del Gobierno Municipal.
En su denuncia reseñaban que dos policías municipales resultaron intoxicados por monóxido de carbono cuando se encontraban patrullando. Lo grave de esta cuestión-incidían los sindicalistas- es que la causa de esta intoxicación "podría estar en una fuga en el motor, que permitiría la entrada en el habitáculo de los gases producto de la combustión".
Una aseveración que ha sido puesta en tela de juicio por el demoledor informe evacuado por un taller oficial de la marca del vehículo en cuestión, al que ha tenido acceso DEIA, en el que se concluye que, de acuerdo con las pruebas realizadas, "no se ha podido replicar la queja reportada por el cliente. El vehículo se encuentra en condiciones óptimas y no presenta signos de filtración de gases en el habitáculo".
Pruebas
Según se detalla en el informe que acompaña a la factura de la revisión -de la que 520,62 euros corresponderían a diferentes piezas y componentes, 467,40 euros a la mano de obra y 207,48 de IVA- el vehículo fue sometido a diversas pruebas dinámicas en carretera y en condiciones controladas para evaluar si se producía la entrada de gases en el interior del habitáculo.
Durante estas pruebas -señala el informe- el vehículo fue conducido a distintas velocidades y en diversos tipos de carreteras. Se prestó especial atención a posibles fugas o filtraciones de gases provenientes del sistema de escape, así como a posibles anomalías en el sistema de ventilación.
Posteriormente, se realizó una inspección estática en el taller, donde se verificaron detalladamente los sistemas del vehículo. Se revisaron los sellos de las puertas, las juntas del capó, y las conexiones del sistema de escape, buscando posibles fallos que pudieran permitir la entrada de gases al habitáculo. Un labor de revisión en la que se invirtieron cerca de 3 horas.
Tras realizar las pruebas dinámicas y estáticas, no se observó ningún signo de entrada de gases quemados en el interior del vehículo. Durante las pruebas, no se detectó ningún olor o señal de contaminación del aire en el habitáculo del vehículo. Los sistemas de ventilación, así como los componentes del escape, se encontraron en buen estado y sin fugas evidentes.
Por todo ello, el informe del taller concluye que el vehículo se encuentra en condiciones óptimas y no presenta signos de filtración de gases en el habitáculo. por lo que "no se ha podido replicar la queja reportada por el cliente (el Ayuntamiento)" que ahora deberá pasar la ITV para poder ser utilizado de nuevo por la policía local.