Son estos unos días de comidas, cenas y acumulación de celebraciones con familiares, amigos, compañeros de trabajo, etcétera, y se suelen reforzar los controles de alcoholemia con la intención de captar a quien ha bebido y se encuentra al volante y así convertir las carreteras en espacios más seguros.
Cazan a un inventor de alcoholímetro
Unos controles que no paran a todos los conductores pero en los que puede caer cualquiera, según decidan los agentes. También puede hacerlo el propio inventor de los alcoholímetros, como sucedió el 23 de noviembre en la localidad de Powys, en Gales, según relata la BBC.
Richard Lacey, un científico británico que tomó parte en el desarrollo de los alcoholímetros modernos cayó en su propio invento. El hombre, de 70 años, afectado por el alcohol, llevó su Peugeot 208 GT por encima de una rotonda en la carretera A479, cerca de Talgarth, lo que provocó que dañara una de las ruedas y que no pudiera seguir conduciendo. Un testigo alertó del accidente a la Policía, que se presentó allá, lo vio "tambaleante" y le realizó la pertinente prueba de alcoholemia.
Se mide a su propia máquina
Así, Lacey, ya jubilado, tuvo que usar su propio invento y este reveló la verdad: arrojó una tasa de 41 microgramos de alcohol en aire espirado, por encima del límite máximo de 35, con lo que fue detenido. El hombre tuvo que comparecer la semana pasada en el Tribunal de Magistrados de Llandrindod Wells y allí se declaró culpable del cargo de conducir bajo los efectos del alcohol, asegurando que había bebido dos pintas de cerveza y dos copas de vino antes de coger el coche.
“No tengo nada que decir en realidad, calculé mal cuánto había bebido. Tomé un par de copas de vino en el almuerzo y unas cuantas pintas de cerveza”, afirmó el acusado ante el tribunal, revelando también que en el pasado había trabajado diseñado alcoholímetros y colaborado con la Policía.
13 meses sin carné
A Lacey le han retirado el carné de conducir por un periodo de 13 meses y se le ha impuesto también una multa de 600 libras (unos 725 euros), a los que se sumará un recargo de 325 libras más (casi 400 euros) de costes. Eso sí, esos 13 meses sin permiso de conducir se pueden reducir a sólo 13 semanas si decide realizar un curso de concienciación sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. Una concienciación que se daba por hecha en una persona que colaboró en el diseño de los alcoholímetros.