ARCO enfiló ayer la recta final de su apertura oficial hoy para profesionales con una edición en la que se podrán encontrar piezas como La femme et l’oiseau de Joan Miró por 2 millones de euros, una de las piezas más caras de la feria de arte contemporáneo que se celebra en Madrid, y en la que todo apunta a que no habrá polémicas.
ARCO 2023 abre oficialmente este miércoles sus puertas con la oferta de 211 galerías –66 % internacionales–, pero ayer por la tarde ya se podían ver coleccionistas y directores de museos ojeando las piezas más suculentas.
Antoni Tapies, Antonio Saura, José Guerrero, Fernándo Zobel, Rafa Macarrón, Juan Muñoz o Eduardo Chillida son algunos de los nombres que más se repiten por la feria.
La Galería Mayoral de Barcelona ha traído la que probablemente será la pieza más cara de la feria: un cuadro de Joan Miró de la década de los sesenta que asciende a dos millones de euros, pero también ha traído otras piezas de grandes dimensiones como una campana de Antoni Tapies (300.000 euros) o un Rafa Macarrón por 270.000.
El galerista Jordi Mayoral se muestra optimista ante la feria y cree que la sensación sobre la economía ha cambiado a mejor respecto a hace unos meses, un extremo en el que coinciden otros galeristas consultados. En José de la Mano, cuya pieza más cara es un Antonio Saura por 225.000 euros, se diferencia entre el coleccionista nacional, que está “más contenido”, y el internacional, que no está tan afectado por la situación económica. Pese a todo, cree que “este año hay mucho nivel”.
Prueba de ello es que en este 2023 vuelven galerías internacionales que durante años no pisaban Madrid. Es el caso de la neoyorquina David Zwirner, que en 2020 adquirió el legado del español Juan Muñoz y que ha traído dos esculturas del artista a 800.000 y 850.000 euros cada una.
El controvertido Eugenio Merino –que firmó a medias con Santiago Sierra el ninot de Felipe VI y es autor del Franco en la nevera– trae este año una escultura de Pablo Picasso a tamaño natural en la galería ADN, que promete también atraer atención mediática pese a que es una pieza de 2017, que fue mostrada en Málaga hace unos años.
Se trata de una edición de tres piezas, a 45.000 euros cada una, que la galería del artista ha querido traer a la feria al hilo del aniversario de la muerte del pintor, que se celebra este año, y que justo critica la instrumentalización de su figura con fines comerciales.
‘Emosido engañados’
También con motivo de este aniversario, el artista Eugenio Ampudia propone una pieza en el que ha experimentado con el cuadro del Guernica y lo ha troceado hasta convertirlo en un refugio, por 50.000 euros, en la galería Max Estrella.
En el mismo stand se pueden ver dos piezas hechas con neón con el lema Emosido engañados y un lema del 15M Por ti también lucho, de Marco Godoy.
Juana de Aizpuru, la galerista más veterana de la feria, llega con un stand marcado por el gran formato. Su pieza más cara es una fotografía de Wolfgang Tillmans por 350.000 dólares, pieza única. Pero también tiene obras de Alberto García Alix, y de los hermanos Markus y Albert Oehlen.
De Aizpuru, considerada fundadora de ARCO, está convencida de que en estas 42 ediciones la feria ha ido evolucionando al compás de la sociedad española. “Tenía su hueco, por eso ha perdurado”.
La Galería Malborough trae una de las imponentes pieza de la serie Alfaguara de Martin Chirino, por 575.000 euros, inspirada en el agua y que preside su espacio en ARCO, en un stand que dialoga con Soledad Sevilla, la mexicana Laura Anderson Barbata, Juan Genovés o Lucio Muñoz.
También hay arte de vanguardia en la feria. Guillermo de Osma trae una de las pocas piezas cubistas de esta edición, un María Blanchard, por 220.000 euros.
La invasión de Ucrania, que llegó en plena feria el año pasado, hizo que la temporada pasada no fuera normal, pero todo apunta a una mejoría, reconoce, aunque los precios este año “están contenidos”, asegura el coleccionista. Hoy se abre la feria.