Las calles de Burgos se han impregnado del espíritu alavesista a pocas horas de que arranque el duelo en El Plantío. Los fieles seguidores del Alavés han llenado la zona céntrica de la ciudad y los aledaños del estadio y calientan ya sus gargantas, esas que alentarán desde el pitido inicial a un equipo que quiere mantenerse con puño de hierro en el liderato.
Centenares de babazorros han aprovechado al máximo la primera gran escapada de la temporada y su presencia ha sido notoria en los bares y restaurantes de la zona. Adultos, jóvenes, niños y niñas se muestran con muchas ganas de que arranque el partido, aunque son varios los que reconocen que “poteando tampoco se está mal”.
Y es que el buen ambiente en las calles entre las dos aficiones permite que el ambiente en Burgos sea extraordinario. Con el paso de las horas y la llegada de cada vez más alavesistas, la octava jornada será una fiesta en las gradas del renovado estadio burgalés, que contará con cerca de 2.500 babazorros.