Un médico del servicio de Urgencias de La Unión (Murcia) que atendió a un hombre fallecido por un problema cardíaco de camino al hospital tuvo que disfrazarse para abandonar el centro hospitalario tras las amenazas de muerte que recibió de familiares del paciente, según ha informado el Observatorio contra la Violencia a Sanitarios de la Región de Murcia.
Su portavoz, Soledad Guillén, ha dicho a EFE que los familiares agredieron al médico, zarandearon a la enfermera y dieron puñetazos a la ambulancia, y como consecuencia de las amenazas de muerte vertidas contra el facultativo tuvo que salir del hospital con ropa prestada y mascarilla para evitar ser reconocido por la familia del fallecido que aguardaba en la puerta.
El técnico y la enfermera de Urgencias permanecieron trabajando, pero con escolta policial.
Los hechos ocurrieron la semana pasada en un municipio en el que, tres días después, se registró otra agresión sanitaria cuando un hombre entró muy alterado al centro de salud y amenazó al vigilante porque quería un ansiolítico y no se lo daban.
Hasta cinco agresiones en los últimos días
El Observatorio contra la Violencia a Sanitarios ha contabilizado, además, en los últimos días hasta cinco agresiones en el centro de salud de Alguazas, donde hay dos bajas médicas sin cubrir y algunos profesionales "tienen terror a quedarse a solas con los pacientes".
A las puertas de ese centro de salud se celebrará este jueves, a las 11:00 horas, una concentración convocada por el citado observatorio para exigir a la administración "que actúe sin la lentitud que le caracteriza" y dote de suficientes recursos al sistema sanitario.
Soledad Guillén ha advertido que hay "falta de formación sobre el sistema de atención sanitaria por parte de los agresores", principalmente hombres de 40 a 55 años, y que porcentualmente suelen agredir más a sanitarios femeninos que masculinos.
Además, ha puesto el acento también en que "los médicos están totalmente desprotegidos cuando atienden a los pacientes en los domicilios, donde se ven rodeados por los familiares".
Por ello, ha pedido que sean los gerentes de las áreas de salud los que denuncien los casos ante la Policía Nacional y la Guardia Civil para evitar represalias contra los médicos agredidos, que se implante un sistema de sanciones administrativas contra los agresores sin tener que ir a juicio, se incremente la vigilancia y se hagan campañas de concienciación en la población.