Actualizado hace 6 minutos
Es un mes lleno de significado espiritual y comunitario. A finales de esta semana miles de musulmanes afincados tanto en el territorio alavés como en los territorios vecinos darán comienzo al ramadán para honrar así a su Dios, Alá, crecer espiritualmente y acercase más a sus creencias. Distintos musulmanes e incluso un imam –guía o jefe espiritual– explican en este reportaje a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en qué se basa esta tradición religiosa o cómo lo celebrarán en los próximos días.
El Ramadán es un mes sagrado para los musulmanes, que la celebración de este año dará comienzo en pocos días. Durante este tiempo, millones de creyentes en todo el mundo, incluidos miles de musulmanes afincados en Álava, se dedicarán a la reflexión espiritual y al fortalecimiento de su fe. Una de las prácticas más significativas del Ramadán es el ayuno, que se lleva a cabo desde el amanecer hasta el atardecer. Este acto no solo implica abstenerse de comer y beber, sino también de comportamientos negativos como la ira y la calumnia e incluso la posibilidad de mantener relaciones sexuales.
A través del ayuno, los musulmanes buscan acercarse a Alá, cultivar la autodisciplina y desarrollar empatía hacia aquellos que son menos afortunados. Según explica y detalla el imam a este periódico, todos los musulmanes están llamados al Ramadán con excepciones. Por ejemplo, las personas enfermas que no pueden realizar ayunos, o que deben medicarse y por tanto beber agua,... están exentas de poder realizar esta practica espiritual. “Las personas enfermas no tienen que hacer el Ramadán, se les respeta”, zanja.
“ Durante este mes, los creyentes practican el ayuno desde el amanecer hasta el atardecer, absteniéndose de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales ”
Tampoco lo hacen las mujeres embarazadas o incluso las mujeres que están en ese momento con el periodo menstrual, entre otros. Además del ayuno, el Ramadán es un momento para la oración, la lectura del Corán y la realización de buenas obras. Las comunidades se unen para compartir comidas al romper el ayuno cada día, lo que fomenta un sentido de comunidad y solidaridad.
Reunión
Aquí, en Vitoria, la comunidad se reúne en distintas mezquitas, por ejemplo, en Domingo Beltrán donde hay una mezquita con distintas entradas para que puedan separarse así las mujeres y los hombres, según detallan las mismas fuentes. En Álava, las celebraciones del Ramadán también pueden incluir actividades culturales y eventos comunitarios que permiten a los musulmanes compartir su fe y tradiciones con otros. Es un mes de reflexión profunda, unidad familiar y renovación espiritual que resuena en el corazón de cada creyente.
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Musulmán leyendo el Corán en una mezquita.
Propósito
El Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico y es considerado uno de los períodos más sagrados para los musulmanes en todo el mundo. Durante este mes, los creyentes practican el ayuno desde el amanecer hasta el atardecer, absteniéndose de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales. Según detallan, el propósito del Ramadán va más allá de la simple privación física ya que es un tiempo dedicado a la reflexión personal y a la oración con el objetivo firme de crecer espiritualmente y unirse o acercarse más a su religión a Alá. “La práctica del ayuno también fomenta la empatía hacia aquellos que son menos afortunados, recordando a los creyentes la importancia de la compasión y la generosidad”, detallan.
“ Para los musulmanes, el Corán no es solo un libro religioso; es una guía completa para todos los aspectos de la vida ”
A través de estos ayunos y las prácticas espirituales mencionadas, muchos musulmanes experimentan un crecimiento personal significativo durante el Ramadán. “Esto puede incluir mejoras en su carácter, relaciones interpersonales y bienestar emocional”. “Al experimentar el hambre y la sed, los musulmanes desarrollan una mayor empatía hacia aquellos que viven en condiciones de pobreza y privación. Esto a menudo se traduce en actos de caridad durante el mes, donde se anima a los fieles a ayudar a los necesitados”, concluyen a pocos días de comenzar el Ramadán.
Un tiempo para la reflexión y la lectura del Corán
El Corán está dividido en 114 capítulos llamados suras, que varían en longitud. Cada sura se compone de versos. La primera sura, Al-Fatiha, es una oración fundamental que se recita en cada unidad de la oración musulmana. Sobre los temas que aborda cabe destacar que reúne una amplia gama de temas, incluyendo la teología, la moralidad, la ley, la historia e incluso las enseñanzas sobre cómo vivir una vida “justa y piadosa”.
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Una mujer paquistáni muestra un Corán, en una imagen de archivo.
También incluye relatos sobre profetas anteriores. Para los musulmanes, el Corán no es solo un libro religioso; es una guía completa para todos los aspectos de la vida. Proporciona principios éticos y morales que deben seguirse en las relaciones personales, familiares y sociales. Asimismo, el Corán aborda una amplia gama de temas, incluyendo la teología, la moralidad, la ley, la historia y las enseñanzas sobre cómo vivir una vida justa y piadosa. También incluye relatos sobre profetas anteriores, como Adán, Noé, Abraham, Moisés y Jesús. Durante estos días del Ramadán, miles de musulmanes dedicarán parte de su tiempo espiritual en el rezo y la oración al mismo tiempo que dedicarán mimo a la lectura de este Corán.
El Ramadán es observado por millones de musulmanes en todo el mundo, creando un sentido de unidad global entre los creyentes. A pesar de las diferencias culturales y geográficas, todos comparten la misma fe y prácticas durante este mes sagrado y dura 29 o 30 días, dependiendo de la observación de la luna nueva. Esto significa que su inicio y final pueden variar cada año en el calendario gregoriano, moviéndose aproximadamente 10-12 días hacia adelante cada año.