Tras los fallos detectados en la pasarela del Labrit, que lleva cerrada desde 2016, al Ayuntamiento de Pamplona le ha salido un nuevo problema en otra pasarela, la del ascensor urbano de Etxabakoitz, por las caídas y tropezones que se están produciendo.
El último incidente tuvo consecuencias serias. Ocurrió la semana pasada, cuando un niño de 19 meses tuvo que ser atendido en el servicio de urgencias por las quemaduras que le generó el pavimento de la pasarela tras una caída. Sufrió quemaduras en piernas y manos al caerse.
El padre del niño, vecino de Barañáin, ha comentado que la caída se produjo por culpa de una chapa que se encontraba levantada.
Según su relato, su mujer y él pensaron inicialmente que los llantos se debían a la caída, pero que al acercarse vieron que la piel del niño había quedado "pegada" a las planchas sobrecalentadas de la pasarela, posiblemente por efecto de las altas temperaturas.
"Se le quedaron las marcas del suelo tatuadas en la pierna, y ni siquiera ha cumplido dos años. Serán cicatrices para siempre" se ha lamentado el padre.
El asunto ha salido a relucir en la Comisión de Urbanismo celebrada este miércoles tras una iniciativa de urgencia presentada por los grupos municipales de EH Bildu y Geroa Bai para conocer detalles de lo sucedido y tomar medidas.
La propuesta ha sido aprobada al contar con el voto adicional del PSN, mientras que Navarra Suma ha votado en contra.
La declaración consta de tres puntos. En el primero se denuncia "la inacción y dejadez, durante todos estos meses, del concejal del área de Conservación Urbana en el mantenimiento del pavimento metálico de la pasarela del ascensor de Etxabakoitz".
En el segundo punto se urge "al equipo de Gobierno a que investigue las causas del accidente que se produjo la semana pasada en la pasarela metálica del ascensor de Etxabakoitz, con el fin de estudiar y valorar las posibles soluciones que eviten que se produzcan más accidentes y, a su vez, solucione el problema de resbaladicidad de la misma".
En el tercer punto se pide que se estudie "si existen otros lugares en los que pueda producirse la misma problemática y los exponga en una siguiente Comisión de Urbanismo".
Durante el debate, el concejal delegado Fermín Alonso ha reconocido que las chapas del ascensor de Etxabakoitz llevan tiempo dando problemas, pero que no encuentran la solución al deterioro que se genera por el calor.
Según ha comentado, las altas temperaturas provocan que salten los remaches de las chapas de aluminio y que como consecuencia las planchas sufren un desplazamiento y se levantan, lo que está causando caídas y tropezones a algunos de los usuarios del ascensor urbano.
Alonso ha asegurado que los primeros problemas se detectaron en 2017 y que a día de hoy no se ha encontrado una solución: "Hemos probado con remaches de diferentes tamaños, que prometían aguantar los esfuerzos requeridos, pero no ha sido posible. Con el calor los remaches saltan y las chapas se vuelven a levantar".
El concejal de Navarra Suma ha comentado que la cuestión prioritaria es localizar un pavimento resistente y que pueda ser soportado por la estructura de la pasarela.
La presentación de la iniciativa ha correspondido al concejal de EH Bildu Borja Izaguirre, que ha hecho alusión a la denuncia que hizo en octubre de 2020 sobre el mal estado del pavimento metálico del ascensor urbano.
Ha acusado a Navarra Suma de ignorar el problema durante todo este tiempo y le ha pedido que busque soluciones para evitar accidentes como el de la semana pasada.
Por parte de Geroa Bai, el otro grupo proponente de la iniciativa, el concejal Javier Leoz ha lamentado la escasa "diligencia" del Ayuntamiento en buscar remedios, en la misma línea de lo manifestado por Xabier Sagardoy (PSN)
El ascensor de Etxabakoitz se encuentra en el entorno de la calle Concepción Benítez. Cuenta con dos elevadores urbanos que salvan un desnivel de 21 metros. Los dos elevadores están conectados por pasarelas.
El asunto ya fue tratado en octubre de 2020 en Comisión de Urbanismo tras la denuncia de Izaguirre.
Técnicos municipales comprobaron días después que ocho chapas de aluminio se habían desprendido y que desde la apertura del falso techo se podía inspeccionar el descuelgue de las bandejas y sus sujeciones.
De esta forma se pudo ver el estado de la estructura de la pasarela y las sujeciones metálicas del resto del falso techo de la pasarela.
Los informes indicaron que tanto la estructura como la pintura protectora se encuentran en buen estado, excepto en zonas concretas donde se aprecian leves oxidaciones.