El barrio gasteiztarra de El Pilar ya tiene fecha para la apertura del comedor de su centro BIZAN. Será el próximo 23 de septiembre. Con esta incorporación a la red, este será el 14º servicio de estas características, once de ellos en BIZAN y tres en otros espacios de atención a personas mayores. Gracias a las 48 nuevas plazas de El Pilar, la oferta global ascenderá a 742 plazas.
El Departamento de Políticas Sociales del Ayuntamiento abrió su primer comedor para personas mayores hace cuarenta años en lo que entonces era la residencia San Prudencio. Desde entonces, la red se ha extendido a toda la ciudad y ahora toca el turno de El Pilar. Para ello ha sido necesario readecuar los espacios y redistribuir algunos servicios en el local de BIZAN ubicado en el número 9 de la calle Venezuela. Las obras se adjudicaron por un importe de 102.266 euros, a los que hay que sumar el coste del mobiliario y la maquinaria que ascendieron a 36.776 euros.
Como en el resto de comedores municipales para personas mayores, la comida se elaborará en la cocina central del CIAM San Prudencio. Una vez en las instalaciones de El Pilar, se regenerará en el office y se servirá a las personas usuarias. En primer lugar, se ha ofrecido la posibilidad de acudir a este comedor a las personas residentes en el barrio que ya usan el recurso de comedor en otros centros BIZAN. De 32 personas en esa situación, 19 han optado por el cambio. El resto de personas que acudirán a comer a la calle Venezuela estaban en lista de espera y se les está ofreciendo la posibilidad.
El concejal de Políticas Sociales, Raimundo Ruiz de Escudero, ha destacado la importante labor que se hace en los comedores municipales para personas mayores. "Ir a comer no supone solo satisfacer una necesidad biológica, sino muchas otras ventajas. Aumentan las relaciones de esas personas, que tienen más información sobre las actividades y servicios que hay a su disposición. Además, tienen un motivo más para salir de casa y se fomenta su autonomía e independencia. A todo esto se añade que les resulta más económico que comer en casa, las familias están más tranquilas y la alimentación que reciben es más equilibrada y correcta con hasta seis tipos de dietas. Les ayuda a seguir viviendo en sus domicilios, están más integrados en la comunidad y cuentan con más apoyos. En definitiva, mejora su calidad de vida".
“ Ir a comer no supone solo satisfacer una necesidad biológica, sino muchas otras ventajas. Aumentan las relaciones de esas personas, que tienen más información sobre las actividades y servicios que hay a su disposición. Además, tienen un motivo más para salir de casa y se fomenta su autonomía e independencia ”
Raimundo Ruiz de Escudero, concejal de Políticas Sociales
Requisitos, ocupación y lista de espera
El servicio de comedor para personas mayores está destinado a personas de más de 60 años que presentan algún factor o factores de vulnerabilidad, o riesgo de dependencia, o dependencia grado I. Deben poder comer de manera autónoma. Siempre se realiza una valoración por parte de la trabajadora social para determinar la situación concreta y necesidades de la persona. Esta valoración discrimina positivamente y facilita el acceso de las personas con mayor riesgo de vulnerabilidad o dependencia hasta grado I. Los precios oscilan entre 1 y 4,87 euros por comida en función de los ingresos de la persona.
A modo resumen, cabe destacar que con las 694 plazas de comedor que había en 2023 se contabilizaron 183.020 usos por parte de 750 personas. A fecha de junio de 2024, de las 694 plazas existentes, estaban ocupadas 644 y la lista de espera ascendía a 96 personas. A esa fecha había 50 plazas sin utilizar porque las personas en lista de espera no podían o no deseaban acudir a los comedores concretos con plazas libres.