Quienes en las horas puntas de tráfico sufren las retenciones que habitualmente se registran en la conexión entre la N-1 y la A-15 a la altura de Andoain se alegrarán de saber que la Diputación de Gipuzkoa ha comenzado los trámites para construir un nuevo enlace que resuelva esos problemas que diariamente atrapan a muchos conductores guipuzcoanos.
Esta mañana, la institución foral ha presentado los detalles de este proyecto de conexión que reorganizará la confluencia entre la N-1 y la A-15 mediante un viaducto en forma de lazo de unos 700 metros de longitud. La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, y el diputado de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, Félix Urkola, han sido los encargados de ofrecer los detalles de esta obra que "aportará importantes beneficios a este enlace". En palabras de Eider Mendoza, "en primer lugar, servirá para agilizar el tráfico y evitar las retenciones en este punto que suelen ser importantes todos los días; por otra parte, alejará el enlace del núcleo urbano de Andoain; y, finalmente, abre la puerta a nuevas soluciones que puedan beneficiar a barrios y ciudadanía de Andoain".
Así, con el nuevo trazado se prevé que la circulación en la zona sea más fluida y se puedan minimizar las afecciones a la trama urbana de Andoain, ya que todo el enlace se desplaza hacia el norte y se aleja del núcleo urbano de esta localidad. Se estima que la nueva estructura absorberá alrededor de 18.500 vehículos al día del tráfico procedente de Astigarraga (A-15) en dirección sur, que se incorpora a la N-1 en sentido Tolosa. En total, por ese tramo en el que su suman los tráficos de ambas carreteras, a la altura de Andoain, circulan hasta 70.000 vehículos diariamente.
Nuevo trazado
Según ha explicado el diputado de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, Félix Urkola, el nuevo trazado partirá desde el túnel de Atorrasagasti. Una vez atravesado este túnel, ha detallado Urkola, "junto a la ladera irá ganando altura para pasar perpendicularmente por encima de la Nacional 1, el río Oria y, nuevamente, pasar en el otro sentido el río y la Nacional 1 que viene del sentido Lasarte y poder ir perdiendo altura para enlazar directamente antes del actual puente que cruza en ese punto y que es actual enlace de la Nacional 1".
El nuevo trazado mantendrá los dos carriles hasta la convergencia con la N-1 que viene de Lasarte, al contrario del actual diseño que se realiza en un solo carril y con un trazado sinuoso y con curvas cerradas, lo que -agravado por la circulación de vehículos pesados- provoca retenciones diarias. Además, se ha previsto la instalación de alumbrado y pantallas antirruido en el primer tramo del viaducto, con el objetivo de minimizar el impacto.
Plazos de construcción
El coste estimado de la obra asciende a unos 43 millones de euros. La Diputación de Gipuzkoa acaba de dar luz verde a la licitación de la redacción del proyecto por un presupuesto de 386.297,93 euros (IVA incluido). Se prevé que esa redacción del proyecto se lleve a cabo en el segundo semestre de este año.
Posteriormente, se licitarán las obras, propiamente dichas. Se estima que estas podrían comenzar a lo largo de 2026 y contarán con un plazo de ejecución de 15 meses. La Diputación espera que la afección al tráfico durante la ejecución de la obra sea mínima, ya que la mayor parte de la actuación consiste en la construcción de nuevas estructuras fuera del trazado actual por lo que no afectará a la circulación actual.