Dos nuevos puentes, que van a funcionar a modo de rotonda elevada sobre la N-1 entre Donostia y Lasarte-Oria, van a redistribuir el tráfico en la zona de Eskuzaitzeta, donde la densidad es cada vez más importante. La obra tiene un presupuesto de casi 9 millones de euros, comenzará en otoño, durará ocho meses y causará importantes afecciones al tráfico. “Habrá fases con importantes afecciones al tráfico de la N-I, especialmente durante el traslado y montaje de las estructuras de los nuevos puentes y la demolición del existente”, ha detallado la diputada guipuzcoana de Infraestructuras Viarias.
El puente actual será derribado y en su lugar se construirán dos nuevos de 45 metros de largo, con más gálibo, de hasta cinco metros de altura; y un diseño moderno en acero Corten. Los dos nuevos puentes formarán una elipse "con forma de hipódromo" por donde, a modo de rotonda, circularán los tráficos de una zona que cada vez soporta más densidad en la muga entre Lasarte-Oria y Donostia. Esta área ya acoge, por ejemplo, los tráficos de Merca-Bugatti y del centro de gestión de residuos de Zubieta, y en el futuro seguirá desarrollándose con centros de referencia como Mubil y Naturklima hasta convertirse en el principal polo industrial del territorio. En este sentido, Aintzane Oiarbide considera que "una red de carreteras actualizada es primordial para satisfacer y cubrir las necesidades de la ciudadanía, así como para elevar la calidad de vida y promover el crecimiento económico”.
Estas obras, que se ejecutarán en terreno de Donostia, también permitirán modificar la salida actual desde la N-1 en dirección a Lasarte-Oria y trasladarla hasta este nuevo enlace, de manera que se descargará tráfico del centro urbano de la localidad, que actualmente transita por Oria etorbidea.